Rocío Carrasco ha relatado con un testimonio desgarrador cómo vio, con sus propios ojos, una infidelidad por parte de Antonio David Flores. Fue durante un verano en el que ella estaba ya embarazada de su segundo hijo. La pareja solía salir todos los días y, cuando ella proponía hacer algo diferente (no salir a la calle), él le decía que se quedara en casa y que ya saldría él. Pero eso para Rocío no era una opción.
Ya había visto a Antonio David en una actitud cariñosa con Sonsoles (ella lo ha confirmado) y no quería dejar a solas a su marido por si sufría una traición por su parte. Una noche, estaba en un bar, él se fue a pedir una copa y, como tardaba demasiado, Rocío fue en su busca. “Lo pillé comiéndose la boca con la tía tras la barra. Él me ve. Salgo corriendo del bar y llorando, me da un ataque, me empieza a doler mucho la barriga y a tener como pinchazos, como contracciones”.
Rocío confiesa que solo quería marcharse de allí y se lo pedía por favor, pero solo se encontró con la negativa de su pareja: “Me dice estás loca, no estás bien de la cabeza, el embarazo te está afectando en la cabeza. Cuando me dice esto yo empiezo a hiperventilar y a tener un ataque de pánico. Estaba embarazada de su hijo, eso no me entra porque mi marido me pone los cuernos, me entra como madre, porque estaba embarazada de él, y él estaba utilizando eso para decirme que estaba loca y que lo que veía no era real”.
Tras esto, Rocío clamó que le llevara a casa pero su respuesta fue la siguiente: “Me dijo yo no te llevo, te vas a andando, me quedo con ésta. Y me fui andando a las seis de la mañana, llorando por toda a calle. Quería meterme de un edredón y llorar porque no iba a llamar a mi madre para decírselo. En ese instante decido que me separo. Supe que eso se había terminado”.
El resto de verano fue una tortura para Rocío, pues confiesa que tenía continuamente dolores similares a las contracciones, fuertes dolores de barriga y ataques de ansiedad y de pánico. Pero, para colmo, tuvo que sufrir ser la última persona en ser consciente de las infidelidades de su marido: “Lo sabía todo el pueblo, menos yo hasta que lo vi. Lo sabían todos, mis amigos, mi prima, era vox populi. Me gritaban ‘Rociíto eres una cierva embarazada’, lo sabía la prensa, también María Patiño”.