Rocío Carrasco no podía evitar emocionarse al hablar de su boda con Fidel Albiac en septiembre de 2016. Un enlace en el que hubo ausencias, pero en el que no faltaron momentos de lo más emotivos que la protagonista de la serie documental recuerda con felicidad.
La hija de La más grande asegura que se ha “casado para toda la vida” y que cree en el amor porque ella lo tiene: “Yo sé lo que es el amor, gracias a Dios”, decía Rocío Carrasco. “Fui tan feliz ese día”, afirmaba.
“Fue un día maravilloso y uno de los mejores de mi vida. Por mí, por él y por lo que suponía para mi madre. Ella hubiera sido inmensamente feliz si hubiera visto esta foto”, decía. “Estaba cumpliendo una de sus últimas voluntades”, explicaba Rocío Carrasco.
Rocío Carrasco hizo el camino hacia el altar de la mano de su tío Antonio y se acuerda cómo si fuera ayer del primer momento en que vio a Fidel Albiac en su boda: “La gente nos miró y empezaron a llorar a moco tendido”.
“En ese caminito desde el arco hasta donde estaba Fidel, yo iba flotando. Para mí era un suelo del que no quería que me despertara nadie”. “Yo estaba muy nerviosa, yo lo miraba y él me miraba a mí y yo no sabía quién de los dos estaba más nervioso”.
Una de las grandes ausencias en la boda de Rocío Carrasco y Fidel Albiac fue la de David Flores, el hijo pequeño que tenía con Antonio David. La protagonista de la serie documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, asegura que no tenía esperanzas de que su hijo acudiera la boda en el último momento.
“Lo primero que me encontré aquel 7 de septiembre fue una portada de mi hijo llorando y el titular decía ‘Mientras ella se casa, sus hijos lloran”. Una portada de una revista en la que se veía a David llorando y abrazando a su padre.
“Era un robado pactado. Ahí vuelve a utilizar a sus hijos para que la gente sienta pena y siga creyendo que soy una mala persona y una mala madre”. “No tiene escrúpulos de poner a su hijo llorando en una portada”, explicaba Rocío Carrasco.
Su reacción al ver la portada de su hijo fue la siguiente: “Cogí el móvil, me di un lote importante a llorar y tiré el móvil al suelo. Ese día no me lo iba a arruinar también (...) Es otra utilización de la figura de los niños para macharme y ganar dinero”, añadía Rocío. "Ese es el buen padre" "En su caso seria, vive de tu exmujer hasta que puedas vivir de tus hijos".