Los episodios dos y tres de la serie documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' han sido demoledores. Los colaboradores de plató no daban crédito a las desgarradoras palabras de Rocío Carrasco narrando los momentos que pasó al lado de Antonio David en la década de los 90 y que marcaron su vida para siempre.
Kiko Hernández se ha mostrado totalmente desolado por las palabras de Rocío Carrasco e incluso ha llegado a asegurar que "siente ganas de vomitar escuchando su relato". El colaborador ha sido tajante a la hora de dar su opinión sobre la historia que tiene en vilo a todo un país:
"Sabía que lo iba a pasar mal pero me ha parecido todo muy desagradable (...) Escuchando el trato que le daba Antonio David a Rocío me dan ganas hasta de vomitar, se me ha puesto mal cuerpo (...) Yo creo que esta mujer ha sufrido un maltrato de manual, el que no lo quiera ver allá él con su conciencia y sus limitaciones porque no cabe ninguna duda de lo que ha sufrido esta mujer y tengo que decir que me alegro de no ser compañero de Antonio David Flores, me alegro no sabes cuánto y no sabes cómo, sería incapaz de pisar un plató de televisión donde esté él, incapaz".
Kiko Hernández ha entonado el mea culpa y ha reconocido que le entran ganas de pedirle perdón a Rocío Carrasco por haberla llamado 'mala madre' por no entender las ausencias de Rocío con sus hijos: "Le pido disculpas a Rocío Carrasco por haber hablado de ella como madre, sus hijos ahora no lo ven porque están llenos de veneno, pero cuando pase el tiempo van a ver el amor con el que habla su madre de ellos".