La fe inquebrantable de Justo Gallego le llevó a construir una catedral de la nada: "Llevo 57 años trabajando y seguiré hasta el fin de mis días"
A partir de materiales reciclables, la catedral de Justo ha llegado a ser alabada por el MOMA de Nueva York
Justo Gallego, de 94 años, es arquitecto de fe. Su educación se vio interrumpida por la guerra civil. Pero no tener conocimientos de arquitectura no le han impedido construir una catedral con materiales reciclables y sin percibir ayudas oficiales. Le han insultado y llamado 'loco', pero nadie a podido pararle.
Trabajando en solitario y moviendo casi 5 o 6 toneladas de materiales al día, dice que su fuente principal de luz es el Evangelio de Cristo. "Llevo 57 años trabajando en esta catedral y seguiré hasta el fin de mis días", se puede leer en un panel informativo de su templo.
MÁS
Arantxa Mejías planta cara a los fondos buitre por los que cientos de personas han perdido su hogar
Ángeles Pérez acoge a presos en sus pisos para ayudarles a reinsertarse: "Todos necesitamos más de una oportunidad"
Tanya y Pablo Ibar, un matrimonio marcado por la cárcel: "A veces siento que los barrotes no están, pero siguen ahí"
Con él y con Ángel López, su ayudante desde hace más de dos décadas, hemos recorrido la catedral que mide unos 8.000 metros cuadrados y que se ubica en Mejorada del Campo (Madrid). Una obra de arte a la que Justo no quiere mirar desde fuera porque lo considera un gesto de "vanidad". "Eso es para el Creador", dice probando su fe inquebrantable.
También hemos conocido más sobre el día a día de Justo, que vive una vida en celibato y totalmente entregada a la construcción de su catedral. "Yo quiero que me entierren en la cripta", asegura. El problema está en que el Ministerio de Sanidad no lo permitiría y en el lugar necesita tener distintos reconocimientos por parte de las instituciones, pero aún así él no pierde la esperanza de poder descansar en el lugar al que se ha entregado.