En el año 1990 Javier Santos ya sabe que su padre es Julio Iglesias, su madre decide entonces iniciar una batalla en los juzgados para que se reconozca legalmente su paternidad. Ante los elevadísimos gastos que suponía enfrentarse a una batalla legal contra Julio Iglesias, María Edite se ve obligada a contar en una conocida revista de la época que el padre de su hijo mayor es el laureado cantante.
Lograr un abogado que defendiera su causa no fue nada sencillo para María, ya que la gran mayoría de los letrados que consultaba se echaban para atrás cuando les contaba lo que pensaba hacer por ella y por su hijo. Esta primera demanda no prospera porque en los tribunales consideran que no hay pruebas suficientes para adjudicarle la paternidad de Javier Santos a Julio Iglesias y porque en ese momento Rafael Santos, el por entonces marido de María, había reconocido a Javier como hijo propio.
Sin embargo, esta demanda pone nervioso al cantante y a su entorno, un entorno que intenta ponerse en contacto con María Edite para disuadirla de sus intenciones. Poco tiempo después un detective contratado por el propio Julio Iglesias comenzaría a realizar un seguimiento a María Edite y a Javier Santos.
'¿Quién es mi padre?' ha contado en exclusiva con el testimonio de Joaquín de Domingo Martorell, el detective que durante semanas siguió cada uno de los pasos de María y de su hijo con la intención de desacreditar a la bailarina y probar que en su opinión, la joven portuguesa que conoció en la famosa sala 'Las Vegas' mentía y únicamente buscaba su dinero.