El agua, el bien más preciado: su consumo eficiente hoy, determinará nuestro mañana
Para hacer un consumo de agua eficiente es básico tomar conciencia de las acciones en las que utilizamos más agua y cambiar hábitos para optimizar su consumo.
El agua es un bien finito, no somos conscientes de ello porque usamos mucha más de la que necesitamos en el día a día, pero es así. Si no hacemos algo ya, y gestionamos bien su consumo, la falta de agua será un problema dentro de un par de décadas. Uno de los motivos, sin duda, será el cambio climático y otro, el derroche de agua que hacemos.
¿Te has parado a pensar qué pasará cuando no haya agua corriente para todos, sin límite, tal y como ocurre ahora y tengamos que racionalizar su uso?
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¿Cuáles de nuestros hábitos podemos cambiar para optimizar al máximo nuestro consumo de agua diario? Si piensas en tus hábitos del día a día y tomas conciencia de ellos, podrás darte cuenta de que gastamos mucha más agua de la que es necesaria.
Analizamos algunos de nuestros hábitos cotidianos para ver que, en realidad, nuestro consumo de agua es desorbitado.
A la hora de lavar los platos, la mejor opción es usar la tecnología para optimizar al máximo el consumo de agua: esto incluye lavar platos, ollas, sartenes y que su carga esté completa. Los lavavajillas hoy en día consumen alrededor de 12 litros de agua, hasta los 120 que podemos consumir lavando a mano. Además, si no prelavamos la vajilla antes, podemos ahorrar hasta 47 litros de agua.
Si todos los españoles dejáramos de prelavar los platos durante un año, podríamos ahorrar agua suficiente como para proporcionar agua potable a cada niño en España durante más de una década. Es un dato que impacta bastante. Por eso desde Finish, con su iniciativa #PorUnFuturoConAgua, nos proponen tomar conciencia de la situación e intentar reconducir nuestro futuro y nuestra relación con el agua, cambiando hábitos diarios tan sencillos como poner fin al prelavado de los platos antes de introducirlos en el lavavajillas.
Si seguimos la tendencia actual y no cambiamos ningún hábito, para el 2040, se prevé que España sea uno de los países que sufrirá más estrés hídrico en el mundo. Es decir, será inevitable que cambie la relación que tenemos con el agua, tal y como la conocemos hoy en día.
Siendo conscientes de los retos que tenemos encima de la mesa y tomando las medidas oportunas para conservar el agua, podríamos reconducir la situación y asegurar este bien escaso para las futuras generaciones. Por eso dicen que las personas no deciden su futuro, deciden sus hábitos y son sus hábitos los que deciden su futuro.