Finish, con su campaña #PorUnFuturoConAgua, lucha por concienciar sobre la importancia de hacer un consumo responsable del agua
España sufre un alto riesgo de desertificación, por eso es responsabilidad de todos disminuir el derroche de agua con pequeños gestos.
Hacer un consumo de agua eficiente pasa por conocer con qué acciones malgastamos más litros y cómo podemos optimizar ese consumo.
El cambio climático, con su correspondiente subida de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones, ha convertido a España en uno de los países más secos de Europa. Esta es una de las múltiples razones por las que es fundamental que todos nos concienciemos sobre un uso responsable del agua para evitar problemas de abastecimiento.
Con pequeños gestos podemos evitar el desperdicio de muchos litros en nuestro consumo que, además de suponernos un ahorro económico en las facturas, también estarán dando un respiro al planeta. Es una responsabilidad colectiva que empieza por nosotros mismos a través del cambio en algunos de nuestros hábitos domésticos.
La iniciativa #PorUnFuturoConAgua, a través de diversas acciones, pretende concienciar a los consumidores de la importancia de su papel en la preservación del agua dulce, que se está convirtiendo en un bien escaso.
A pesar de que el 71% de la superficie de nuestro planeta está cubierta por agua, solo podemos acceder a menos de un 2%. Por eso, optimizar su consumo se convierte en una necesidad, más aún en España, país en el que los recursos son más limitados y consumimos casi la mitad del agua disponible.
Los españoles usamos una media de 132 litros de agua por persona y día, una cantidad mucho menor a la de hace 20 años, que alcanzaba los 170. Esto es debido, además de a la concienciación, a la optimización de los electrodomésticos e instalaciones de fontanería. Pero el primer paso para saber cómo podemos reducir el consumo, disminuyendo el riesgo de desertización, es saber dónde va esa agua y para qué la utilizamos.
En la colada solemos utilizar unos 50 litros por lavado, cada vez que tiramos de la cadena vaciamos alrededor de 15 litros de la cisterna, cuando abrimos el grifo de la ducha o el lavabo consumimos unos 12 litros por minuto, durante las comidas usamos alrededor de 2 litros de agua por persona, y prelavar el menaje antes de meterlo en el lavavajillas puede suponer un gasto de hasta aproximadamente 47 litros de agua.
Por eso, cerrar el grifo cuando nos estamos enjabonando, poner la lavadora con la carga completa, utilizar sistema de doble descarga en las cisternas, los grifos con aireador o regar por goteo reducirán el consumo de agua. Además, siempre se recomienda usar el lavavajillas en lugar de lavar a mano, ya que podemos pasar de un consumo de unos 12 litros por lavado frente a los aproximadamente 113 si lo realizamos todo bajo el grifo.
Desde Finish, la marca de productos para lavavajillas, nos recomiendan prescindir del prelavado ya que si evitamos enjuagar los platos bajo el grifo antes de meterlos en el lavavajillas podremos ahorrar hasta 47 litros, y nos recuerdan que este gesto no es necesario porque reduce la eficacia de su detergente, diseñado para que las encimas se peguen a las partículas de comida para actuar sobre ellas, ahorrando agua y aumentando su efectividad en el lavado.
Un gesto como este puede marcar la diferencia entre un futuro con garantías de abastecimiento de agua o una dramática sequía, llena de peligros para nuestra salud y la de nuestro planeta. En nuestras manos está empezar a actuar desde hoy mismo ya que los próximos 20 años serán cruciales para inclinar o no la balanza hacia el lado de la sostenibilidad.