Para poder poner solución a muchos problemas, todo empieza por saber que existen. Hoy en día todos conocemos los riesgos medioambientales a los que está expuesto nuestro planeta. Pero ser realmente consciente de cuál es la magnitud de las complicaciones, en qué momento estamos, qué margen de maniobra tenemos todavía y qué podríamos hacer para remediar unas consecuencias que parecen irreversibles es clave para poder pasar a la acción.

La concienciación es especialmente importante en lo relativo al uso del agua. Es fácil darse cuenta en abstracto de que la situación en países como España es complicada, o saber que deberíamos reducir nuestro consumo. Pero solo mediante el verdadero conocimiento de la realidad llegaremos a sensibilizarnos con uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta nuestro país.

Todos sabemos que el agua es un bien escaso y que debemos ser responsables en su consumo. Pero el panorama en países como España es particularmente crítico: se trata de una de las zonas más secas de Europa y está sometida a un fuerte estrés hídrico. Las sequías se producen cada vez con mayor frecuencia e intensidad y las perspectivas no mejoran. Según un conjunto de modelos climáticos y escenarios socioeconómicos, la WRI calificó y clasificó el estrés hídrico en 2040, situando a España entre los 33 países del mundo que sufrirán mayores problemas. Esto significa que las empresas, granjas y comunidades en España serán más vulnerables a la escasez de lo que son hoy en día.

Por eso es crucial consumir agua de forma eficiente. Y en ello, más allá de las grandes decisiones tomadas por organismos e instituciones, tiene una relevancia determinante el papel individual de cada uno de nosotros. Ten en cuenta un dato: de media, en España se consumen aproximadamente unos 132 litros por persona al día. Son números reducidos en comparación con los de años atrás, pero solo hay que multiplicar por el número de habitantes para darnos cuenta de la envergadura de la cifra.

Por suerte, hay espacio para el optimismo. El consumo individual depende, en primera y última instancia de uno mismo, y buena parte del agua que utilizamos habitualmente se malgasta debido a la falta de conciencia sobre el problema. Solo dándonos cuenta de este excesivo gasto podremos reparar en qué uso hacemos diariamente, e intentar ponerle solución reduciendo y optimizando la cantidad de agua que consumimos al día.

Precisamente con el objetivo de concienciar, desde Finish, la marca número uno recomendada por los principales fabricantes de lavavajillas, han preparado este test. Ponte a prueba y descubre cuál es el consumo de agua que conllevan gestos de nuestro día a día y el impacto que suponen ciertas rutinas. Solo así podrás empezar a cambiar y mejorar tus hábitos. ¡Por un futuro con agua!