Para Dani, lo más difícil como capataz es "lidiar" con las relaciones personales y es que no quiere mezclar poder con conflictos. En su podcast como nos cuenta que siempre ha sido justo, que cada vez es más fácil y que quiere repetir hasta llegar a una final en la que tiene claro con quién quiere estar: Bea y Víctor.
Dani García está “orgulloso” de ser capataz de nuevo y es que es su tercer mandato. No quiere que sea el último porque para él es un punto más que añadir a su trayectoria en ‘Pesadilla en El Paraíso'’ y se siente “un paso más cerca” de llegar a la final.
En su podcast nos confiesa que la semana ha sido “bastante fea” en lo que a las relaciones personales se refiere, pero muy “fácil” como capataz porque ya todos están entrenados y saben lo que hay que hacer.
Estos días han sido muy buenos para su relación de pareja ya que a la cena que les regalaron se suma el hecho de tener para ellos la habitación del capataz: “Nos ha hecho cambiar los gritos por conversaciones un poco más constructivas y poder hablar de los temas que no nos gustan o tenemos que hablar porque tenemos trabajo por hacer”.
En lo que a la vida en el reality se refiere, el concursante está encantado. Ser capataz con el paso de las semanas es más fácil porque sabe hacerlo todo: desde ordeñar a limpiar las cuadras. Lo mismo les ocurre a sus compañeros y eso hace más fácil el liderazgo: “Estoy muy contento, he pasado de ser un urbanita a ser un tío de campo casi”.
Eso sí, reconoce que, a medida que son menos, las tareas se convierten en más pesadas: “Las tareas cuestan más, pero creo que todos sabemos lo que tenemos que hacer y ahora el que no hace su tarea está tirándose piedras sobre su propio tejado, ya no te puedes escaquear”.
Para Dani, lo más difícil ha sido “lidiar” con las relaciones personales. Cree que como capataz ha sido “justo”, “imparcial” y “objetivo”: “Nunca he mezclado las relaciones personales con tener el bastón de capataz para aprovecharme, castigar a alguien o mirar con diferente vara de medir a unos y otros”.
Cree que es algo “clave” porque por un lado tiene que arreglar sus diferencias personales y por otro ‘manejar’ a los granjeros para que todo vaya lo mejor posible: “Nunca hay que mezclar el poder del bastón con cualquier problema”.
No duda en decir que ha hecho “la cruz” a quien no le viene bien tener a su lado o a quien considera que le ha fallado: “A estas alturas del concurso disfruto de un tercer mandato como capataz teniendo cerca a lo mejor solo a dos personas, pero tengo la tranquilidad de que no me han fallado y no me van a fallar”.
Si algo no quiere hacer es moverse “al sol que más calienta” y, si llega a la final, quiere hacerlo sin “reír las gracias” a alguien que ha criticado en el pasado: “Prefiero llegar a la final, si llego, con mis valores, con las personas a las que no he fallado ni me van a fallar y con mi personalidad “.
Pero ¿Quiénes son sus mayores apoyos? Dani lo tiene claro, la persona en la que más se apoya es en su chica, la considera su “puntal principal” y se alegra de haber compartido esta experiencia con ella: “Si no, no hubiéramos hecho el trabajo tan bueno y tan limpio que estamos haciendo”.
Quien tampoco le ha fallado nunca es Víctor, una persona que además de estar a su lado le ha apoyado y guiado: “Me encantaría poder llegar al final con alguien como él”.