Antonio Montero, que fue tercer clasificado de ‘Pesadilla en El Paraíso’, pudo reencontrarse con su mujer Marisa Martín-Blázquez en directo en el plató, después de que él hubiera contando cosas de la vida privada del matrimonio dentro de la granja.
Ahora, el paparazzi ha contado algunos de los detalles de la conversación que ha tenido con su mujer después de volver del concurso: “Lo único que le molesta, lo sé y me lo había advertido, es que le involucre en mis movidas. El problema es que hablar de mis movidas implica hablar de ella”.
“Entiendo que ella se enfade, no se enfada gravemente porque nada de lo que digo ahí es desconocido para ella, son cosas que hemos hablado”, dice el ya exconcursante y es que cree que Marisa tiene toda la razón porque tiene derecho a que él “se hubiera estado calladito” dentro del concurso.
Pero asegura que es su forma de ser y es que como explica “es una persona incapaz de esconder mis emociones y mis sentimientos por es así: “No estoy hablando de guarrerías o de lo que la gente se pueda pensar, estoy hablando de emociones de la vida”.
Avilés ha elogiado que él se haya sincerado sobre esto: “Me parce estupendo porque son temas que para la sociedad son tabú, que se vive en muchas casas y la gente no tiene el valor de decirlo como lo estás contando, es lo que cualquiera puede vivir”.
“Esos comodines que deberían existir en la pareja de forma natural, sin tener que destruir familias por cosas que no tenían tanta importancia, es un problema que es de dos y que si los dos no están de acuerdo no se puede usar, por eso dije que dejaba la baraja como está”, explica Montero para terminar.