El último debate de 'Pesadilla en El Paraíso' fue muy intenso para Dani García, porque pudo reencontrarse con Bea Retamal, su expareja y finalista del concurso junto a Víctor Janeiro, Daniela Requena e Iwan Molina. Además, tuvo que enfrentarse a la opinión sobre su paso por el programa de Nagore Robles, que le dijo que no había hecho ningún amigo y que nadie le apoyaba, "ni siquiera" Bea.
Ahora que ya han pasado unas horas del final del debate, Dani ha querido sincerarse con sus seguidores y ha compartido un comunicado en sus historias de Instagram donde ha hecho autocrítica: "Haciendo autocrítica y balance no solo de mi concurso, sino también de este 2022, me doy cuenta de que tengo que cambiar y evolucionar en muchos aspectos de mi personalidad".
"Es cierto que soy hermético y me guardo las emociones para digerirlas en soledad, pero si tanto me llaman frío, quizá es un mecanismo de defensa [...] está claro que es una parte de mí a la que tengo que darle una vuelta", ha comentado el exconcursante de 'La isla de las tentaciones', que añadía que también tiene el propósito de ser más empático: "Conectar con la otra persona me ayudará a saber llevar mejor según qué situaciones".
Tras estas palabras, Dani ha comentado que nadie es perfecto y a veces es necesario "tocar fondo" para hacerse un análisis de uno mismo y descubrir en qué es necesario cambiar y mejorar. Por otro lado, ha querido pronunciarse de nuevo sobre su relación con Bea Retamal, dejando en el aire su futuro como pareja, pero asegurando que la decisión solo dependerá de ellos dos y que estará basada en lo que les haga más felices.
Aunque en un comunicado previo el influencer ya pidió perdón a las familias de ambos por haber tenido que lidiar desde fuera con las peleas y los momentos de tensión que protagonizaron en la granja, ha vuelto a reiterar sus disculpas públicamente y ha asegurado que le parece "realmente feo" ver cómo han discutido las madres de ambos en plató, pero dejando claro que considera que Bea y él son "los únicos culpables" de tales discusiones entre consuegras.
Además, ha confesado que no quiere pronunciarse sobre nada de lo que su madre o la de Bea han dicho porque considera que "las cosas de casa se quedan en casa". Por último, ha agradecido a sus seguidores los mensajes de apoyo y las muestras de cariño que le hacen llegar a diario desde que salió de la granja.