Juan David Reyes visita la casa de Rosario Montes para ver cómo se encuentra Muriel tras el atropello. El hijo de Juan y Norma se alegra mucho al descubrir que la joven ya está casi recuperada y le entrega una bonita rosa como símbolo de afecto. Muriel está feliz de recibir la visita del mayor de los Reyes, sin embargo, a su madre Rosario no le hace ninguna gracia este acercamiento.
Por otro lado, Muriel regresa de compras con Andrés Reyes. Un fallo en el ascensor hace que se queden encerrados y la hija de Rosario Montes sufra un fuerte ataque de pánico. Muriel es claustrofóbica y poco a poco comienza a quedarse sin aire. Desesperada, pide al primo de Juan David que ponga su boca sobre sus labios para que pueda respirar mejor. Esto solo hace que los sentimientos del hijo de Norma se confundan todavía más.
Juan David cada vez tiene menos claro qué es lo que siente por Rosario Montes. El joven le asegura a la bailarina que lo suyo solo fue atracción física, pero no puede evitar volver a caer rendido a sus pies. Todo se complica cuando mientras se dan un apasionado beso, Andrés Reyes entre en la habitación sin avisar y descubre el romance de su primo con al dueña del bar Alcalá.