¡Por fin! Después de muchos intentos y aplazamientos, Anabel Pantoja y Omar Sánchez han celebrado su esperada boda. Un emotivo enlace que hemos podido ver minuto a minuto y que la pareja celebró en la isla La Graciosa rodeados por algunos de sus familiares y seres queridos. Tras la ceremonia, los recién casados y los asistentes se desplazaron hasta Pedro Barba, donde tuvo lugar la cena y por supuesto una gran fiesta flamenca en la que Anabel se cambió de vestido, no faltaron guiños a la familia Pantoja y en la que Susana Molina, Belén Esteban o Amor Romeira tuvieron un protagonismo muy especial.
Si con el primer vestido sorprendió, con el segundo Anabel tampoco defraudó. Para su primera apuesta, la sobrina de Isabel Pantoja apostó por un diseño ajustado con escote corazón y encaje, transparencias e inspiración boho chic de la firma neozelandesa Rue de Seine. Una pieza perfecta, con larga cola y mangas extraíbles, ideal para una boda en la playa.
Pero no para la fiesta pues estas características restaban movilidad a la novia, que como no podía ser de otra forma, bailó, rio y cantó hasta el final. Por este motivo, no dudó en lucir un segundo vestido. Un 'slip dress' de raso con tirante fino, con pronunciado escote y movimiento que permitió a la novia disfrutar por todo lo alto de su gran día. Esta segunda pieza llevaba el sello de Virginia Abzueta.
Anabel Pantoja quiso tener un precioso detalle con una de sus grandes amigas. Susana Molina no ha tenido mucha suerte en el amor en los últimos años y, tras su mediática ruptura en 'La isla de las tentaciones' con el que fuera su compañero de concurso en 'GH', la murciana parece haber encontrado de nuevo la estabilidad. La sobrina de Isabel Pantoja y la influencer son grandes amigas y sabe lo mucho que significaría este gesto para ella. Por ese motivo, y tras la cena, la colaboradora quiso entregarle el ramo de flores que habían preparado para ella sus compañeros de 'Sálvame'.
Mientras sonaba la canción 'Amiga mía' de Alejandro Sanz, Anabel quiso tener con la ganadora de 'Gran Hermano 14' este precioso gesto, con el que demostró públicamente el cariño que siente por ella. Un detalle que, además, ateniéndonos a la tradición, es un símbolo de buena suerte hacia la persona que lo recibe que, en teoría, será la próxima en casarse.
La ausencia de la tonadillera fue una de las marcadas. La reciente pérdida de doña Ana Martín Villegas, madre de la cantante y abuela de la novia, provocó que muchos de los asistentes – entre ellos Kiko Rivera, su mujer y sus hijas – no viajasen hasta la octava isla para celebrar con Anabel su gran momento.
El recuerdo de la matriarca del clan estuvo muy presente en la ceremonia, pero también el de otros importante miembros de la familia, entre ellos, la tía de la novia. La música es uno de los distintivos de la familia Pantoja y, después de que se cantase en la playa una de las canciones que doña Ana y su difunto marido, Juan Pantoja, cantaban a sus hijos – y después nietos – de pequeños, las canciones de Isabel Pantoja también se escucharon.
Así, a golpe de micrófono, Isa Pantoja – quien también tuvo un papel muy importante en la ceremonia y dedicó unas palabras a los novios – y la propia Anabel, se arrancaron a cantar juntas el mítico 'Así fue' de la tonadillera.
Como no podía ser de otro modo, la fiesta también tuvo su toque flamenco y no faltó una cuadrilla con cajones, guitarras y palmeros cantando y bailando algunos conocidos temas.
La figura de Belén Esteban también destacó en la fiesta. La colaboradora de 'Sálvame' también tuvo la oportunidad de coger el micrófono, aunque en su caso, no fue para cantar. Mientras sonaban algunos míticos 'temazos', la de Paracuellos trató de animar a los invitados para que no decayera la juerga, algo que, a juzgar por los vídeos publicados, pareció funcionar.
El karaoke no terminó con las canciones de Anabel e Isa Pi y algunos invitados, como Amor Romeira, se animaron a cantar. Tras cambiarse de vestido, deleitó a los invitados con su portentosa voz y algunas versiones.