Así fue la relación entre Rocío Jurado y Ortega Cano: la cronología completa de su amor
Rocío Jurado y Ortega Cano se conocieron en la sala de espera del doctor Claudio Mariscal, donde ambos se trataban de una depresión
En febrero de 1995, la pareja más famosa del corazón se daba el 'sí, quiero' en su finca de 'Yerbabuena'
La adopción de Gloria Camila y José Fernando fue, sin duda, uno de los momentos más especiales del matrimonio
La vida de Rocío Jurado continúa despertando un enorme interés 15 años después de su muerte. En la vida de 'La más grande' hubo dos grandes amores, Pedro Carrasco y José Ortega Cano. Tras su divorcio del boxeador, la artista encontró el amor de nuevo al lado del diestro, quien permaneció a su lado hasta el día de su fallecimiento. Desde Outdoor, repasamos la cronología completa de su historia de amor.
Como a gran parte de la sociedad de los 90, la imagen de Rocío Jurado era algo que tenía prendado al mismísimo Ortega Cano. La primera vez que se cruzó con ella, cuando él todavía no era famoso, en la misma calle Serrano, la observó de tal manera que `La Más Grande´ pensaba que era uno de sus fans.
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El diestro, prendado por su belleza y majestuosidad, la estuvo siguiendo por las calles de la capital hasta que la tonadillera se dio cuenta, se paró y le preguntó si quería un autógrafo. Nada por aquel entonces hacia presagiar que décadas más tarde se casarían, como así fue.
Ambos siguieron sus destinos hasta que en 1994 en la sala de espera del doctor Claudio Mariscal, donde ambos se trataban sus particulares depresiones, encontraron el amor. Desde ese intercambio de teléfonos, se fueron enamorando poco a poco.
Se han cumplido 27 años del 'sí, quiero'
Dos grandes de la cultura española, Rocío Jurado y José Ortega Cano, daban un paso más en su relación el 17 de febrero de 1995 en su finca de Yerbabuena ¡Su templo! El párroco de Jerez y amigo de la pareja ofició la ceremonia religiosa en la ermita de `Las Virgenes´ construida en la finca de la pareja. Ante la atenta mirada de 1.500 invitados.
Ortega Cano, con traje corto, su madre y madrina de la boda, Juana Cano, y Gloria, la hermana de Rocío, abrieron paso al cortejo que culminó con una entrada triunfal, entre aplausos y tañer de campanas, de la artista. Rodeada de fotógrafos y periodistas Rocío, como si estuviera acostumbrada a ello, rodeada de sus pajes, damas de honor y cuatro coches de caballos, hizo temblar de la emoción a los allí presentes.
La chipionera eligió un traje de raso blanco con encaje y un gran velo. Su complemento estrella fue una gargantilla de la que colgaba una cruz de diamantes que junto a los pendientes hacían brillar la mirada de la novia. Su pelo recogido y envuelto en una redecilla blanca adornada con orquídeas a juego del ramo la daban un aire distinguido.
La pareja aumentó la familia con Gloria Camila y José Fernando
Como casi la mayoría de los matrimonios, ambos quisieron aumentar la familia, pero tras la imposibilidad de hacerlo de manera biológica, optaron por la adopción. En Colombia, donde el diestro solía torear dependiendo de la temporada, hicieron su sueño realidad adoptando a Gloria Camila y José Fernando. El bombazo para la prensa del momento fue la presentación en familia de los hijos de la pareja. José Fernando tenía por aquel entonces seis años y la pequeña Gloria Camila tres.
El número 2.887 de la revista ¡HOLA! fue la afortunada de contar en su portada con un momento que Rocío Jurado calificó como "el día más feliz de su vida". En su casa de La Moraleja, junto a su hija Rocío Flores, Antonio David y los hijos de la pareja, presentaron en sociedad y con gran entusiasmo la llegada de los nuevos miembros de la familia.
Aunque a día de hoy la relación de Rocío Carrasco con sus hermanos, Gloria Camila y José Fernando es nula, no siempre ha sido así. De hecho, la hija mayor de Rocío Jurado reveló en su docuserie que su intervención de cara a la llegada de los niños a España, fue crucial. Para que la pareja pudiera adoptar niños pequeños fue Rocío hija quien tuvo que firmar un documento que acreditaba que, en caso de que a la pareja les ocurriese algo, ella misma, que entonces tenía 21 años, se haría cargo de sus hermanos.
Fueron años preciosos para la familia formada por el torero y la cantante hasta que, en el 2004, la tonadillera luchó con uñas y dientes durante dos años contra un cáncer de páncreas. Ortega Cano, impasible al lado de su amada la acompañó en cada viaje a Houston y su posterior tratamiento en España. Lamentablemente, el 1 de junio de 2006, la artista fallecía en su casa de Madrid y con su muerte se ponía punto final a una de las historias de amor más apasionadas vividas en nuestro país que hoy en día siguen trayendo cola.