Rocío Flores no atraviesa su mejor momento personal. El escándalo que ha generado la docuserie de Telecinco 'Rocío: Contar la verdad para seguir viva' ha puesto a la joven entre la espada y la pared. La relación con su madre no es la mejor del mundo y, por el momento, no se atisba ningún tipo de acercamiento o reconciliación por parte de ninguna de las partes. La hija de Antonio David Flores desconecta y, para ello, no duda en recurrir en el que se ha convertido en uno de sus grandes amigos: Albert Barranco.
La relación que forjaron Barranco y Rocío Flores Carrasco en 'Supervivientes' ha conseguido mantenerse en el tiempo. Un año después de la salida de los robinsones del reality más extremo de la televisión, su amistad parece no solo continuar intacta, sino haberse consolidado aún más.
Tanto es así, que el que fuera tronista del programa 'Mujeres y Hombres y Viceversa' ha logrado que Rocío recupere la sonrisa. Juntos han pasado un divertido día en Madrid, donde han aprovechado para disfrutar de un agradable día, ponerse al día con sus asuntos, hacerse algunas fotos y, de paso, darse un homenaje comiendo como nunca podrían haberlo hecho en Honduras.
"Para que luego digan que los hombres no somos caballerosos. He venido a buscar a Rocío en Patinete", dice el catalán mientras lleva a su amiga por los jardines del Buen Retiro, en el centro de la capital.
Rocío, quien hace unas semanas se alejaba todavía más de su madre para acercarse a Olga Moreno tras estrenarse como modelo de su tienda de ropa, parece haberse olvidado por un momento de todos sus problemas.
Una realidad de la que ella misma se hacía eco por la noche, tras llegar a casa y hacer balance del día. "A veces solo se necesita estar y reír con quien verdaderamente te hace feliz", escribe la exconcursante de 'Supervivientes 2020' en una fotografía que ha compartido a través de sus stories de Instagram, en la que se la puede ver posando en actitud relajada delante de un espejo, después de un largo y provechoso día junto a su amigo.