Hace unos meses, la que fuera concursante de la tercera edición de 'GH' anunciaba a través de su canal de Youtube que se estaba preparando para su próxima aventura: trabajar como vendedora de la ONCE. Raquel Morillas se habría puesto manos a la obra, estudiándose de memoria todos los cupones, para dar la talla y conseguir su deseado trabajo en la ONCE. Pues dicho y hecho. La madrileña se ha dejado ver paseando su carrito de cupones y atendiendo a los fans que se acercaban a probar suerte y la reconocían.
"Si Dios quiere, comienzo a trabajar en la ONCE. Sobre todo, si soy capaz de pasar los cuatro días de formación y el examen", anunciaba la exconcursante de 'Gran Hermano' finales del mes de septiembre en sus redes sociales de manera inesperada.
Pues tal y como hemos podido comprobar, todo ha salido a pedir de boca y Raquel ya puede ejercer como vendedora de cupones. La exhabitante de Guadalix de la Sierra se ha dejado ver con el chaleco corporativo de la organización repartiendo suerte en la ciudad de Elche. A juzgar por la enorme sonrisa con la que ha posado junto a una fiel admiradora, la madrileña está atravesando una etapa muy bonita de su vida.
"Tuve un accidente con unas secuelas que son de por vida y eso me hace tener una discapacidad y, gracias a Dios, puedo beneficiarme de ello", explicaba a sus más de 11.000 suscriptores en Youtube, haciendo referencia al accidente de tráfico que sufría en 2003 junto a su compañera de edición, y entonces pareja, Noemí Ungría.
Este nuevo e ilusionante trabajo llega en un momento muy feliz para la exconcursante de Madrid, pues ha vuelto a creer en el amor tras el batacazo con su anterior pareja, de la que se separó al conocer a su novia Noah. De este modo, Raquel terminó con una historia de amor de más de una década para irse a vivir a la ciudad alicantina de Santa Pola con su chica. "Después de luchar y esperar, ya soy una mujer divorciada", se proclamaba en su perfil de Instagram.