Hace un mes la ganadora de ‘Gran Hermano 15’ comunicaba a través de sus redes sociales la drástica decisión que había tomado: en diciembre se iría a otro país para vivir tranquila junto a su abuela. Así, con su querida yaya de 96 años, Paula se embarcó rumbo a Costa Rica para disfrutar de la “pura vida” de la que tanto presumen los habitantes del país.
Allí las esperaba el padre de la influencer y una impresionante casa donde, sin duda, podrían recuperarse de la cuarentena que tuvieron que vivir encerradas cada una en su piso. Una finca donde casi no se aprecia el límite, llena de plantas y animales, presidida por una enorme mansión con enormes ventanales. Os mostramos su interior en este vídeo con fotos publicadas por la exconcursante de 'GH':
La finca: naturaleza pura en plena Suramérica
La casa se encuentra en una enorme finca, con espacios verdes, pequeños corrales con animales y una piscina de la que por ahora no están pudiendo disfrutar por el clima de tormenta. Quien conoce a Paula conoce a su yaya, y sabe que la mayor pasión de la abuelita son las plantas. Sin duda, esta finca es el lugar perfecto para que ambas recuperen el contacto con la naturaleza viva.
Además, dentro del espacio al aire libre del que disponen no vivirán solas: en la finca residen también varios animales, como perros y caballos, con los que la de Barcelona muere de amor todos los días. Parte de los animales llevan en la familia desde hace años incluso, recientemente, pudimos conocer a la cría de una de las yeguas del padre, que ha tocado el alma de la ex gran hermana.
Entre tantos kilómetros de campo se encuentra también una piscina familiar, de la que no están pudiendo disfrutar porque, tal y como ella misma compartía en sus redes sociales, en los últimos días el clima de Costa Rica está siendo más frío de lo habitual.
Una casa de varias plantas llena de luz
Y de la vida en el exterior pasamos a la vida de interior. Aunque el objetivo de la joven era dejar lejos la vida confinados, los días de viento les han obligado a pasarlos dentro de esta nueva casa, ¡y vaya casa!
Si en Barcelona estuvo echando de menos la luz del sol, aquí no tendrá ese problema: abuela y nieta se encuentran cobijadas en una casa de techos altísimos y enormes ventanales, donde la madera y los tonos cálidos toman protagonismo dotando al espacio de un carácter hogareño y sumamente acogedor. Para descansar, nada mejor que el enorme sofá en forma de ele que ocupa el salón, lo más cómodo para las tardes de manta y peli abrazada a su abuela, tal y como se le ha visto en las imágenes que ha subido en su perfil de Instagram.
La decoración rústica invita a descansar en su interior los días en los que el cielo costarricense se nubla, y los grandes ventanales eliminan cualquier sensación de agobio o ahogo por tener que quedarse en el interior. Además, la casa está decorada con algún que otro objeto místico, con total significado para la joven. Pero nuestro objeto decorativo favorito sin duda es el cuadro que cuelga de una de sus paredes, donde se observa un dibujo de la joven abrazada a su yaya.
Para cuando el tiempo amaina y el frío les ha dado alguna tregua, ambas tienen a su disposición un porche rodeado de plantas en flor (como no podía ser de otra manera, seguramente obra de la yaya) para disfrutar del aire libre sin mojarse con la lluvia o recibir el azote del viento. Así de feliz pudimos ver a la nonagenaria cuando se atrevió a salir del interior para respirar aire puro:
Descubriendo un mundo nuevo
Ya nos lo adelantó durante el confinamiento: el principal objetivo de la catalana para la ‘nueva normalidad’ era dejar atrás el estrés. El cambio drástico que buscaba lo ha conseguido viajando hasta Costa Rica para recuperar el tiempo perdido junto a su abuela y su padre, y el entorno está favoreciéndolo al máximo. Eso sí, mantiene su estilo de vida saludable con la mejor materia prima: aire limpio, rodeada de verde que purifique sus energías y alimentándose con las mejores frutas y verduras del mundo.
Parece que, por más kilómetros que tenga la finca y por más pisos que tenga la casa, todo sobra cuando se tiene a una abuela al lado, y por eso la ganadora de ‘GH’ duerme en la misma cama junto a su yaya y así lo comparte en sus redes sociales, con una sonrisa de oreja a oreja que hace tiempo no veíamos en su rostro.