A punto de cumplir los 80 años y con muy pocas ganas de guardarse para ella más cosas, María Teresa Campos ha concedido una entrevista de lo más especial para la revista 'Lecturas'. Frente a su hija Terelu Campos para la que apenas tiene secretos, se ha sentado y se ha sincerado como nunca la veterana periodista dejando claro lo que para ella es lo verdaderamente importante. De su relación con Fidel Albiac ha hablado abiertamente y también de cómo está viviendo la pandemia del coronavirus.
Sin filtros, pero con mucho amor por su entrevistadora, la matriarca del clan Campos ha decidido no dejar ninguna pregunta sin su respuesta. De esta forma, María Teresa se ha enfrentado a la dificultad que le produce recordar ciertos episodios en su vida, pero también ha querido arrojar luz sobre algunas de las personas a las que tiene especial aprecio. Así es como ha salido el nombre de Fidel Albiac en la entrevista y todo lo que para ella representa el marido de su 'otra hija', Rocío Carrasco.
Para él, la Campos solo tiene palabras de agradecimiento porque el jurista sevillano ha representado un papel fundamental en sus vidas y, sobre todo, en la de Rocío Carrasco. Según María Teresa Campos, "Fidel es una gran persona", que cuenta con un humor excepcional y que ha sido el pilar por el que "Rocío ha podido soportarlo todo", tal como confiesa en relación a todo el revuelo mediático de la docuserie, 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'.
Pero la periodista va más lejos con esto. En su entrevista ha confesado que Fidel es también un gran apoyo para ella. "Si tengo un mal día, hablo con Fidel y se me pasa", ha indicado a Terelu, demostrando que hay una relación muy estrecha entre ellos. Tanto es así que él y Rocío Carrasco son asiduos en sus reuniones familiares y tienen tanto peso como otros en algunas decisiones. "Ahora se ha empeñado mi hija Carmen en que me ponga el 'pinganillo' (audífono) y Fidel se ha ofrecido a acompañarme".
Dentro de las otras preocupaciones que tiene en su cabeza, María Teresa Campos no ha querido negar que está en un momento vulnerable. La pandemia le ha dejado tocada a nivel emocional y le ha cambiado como a otras muchas personas sus hábitos de vida. "No salgo a la calle me da miedo", ha confesado al recordar que el virus lo ha visto demasiado cerca. Primero lo pasó su hija Carmen Borrego y más recientemente lo ha superado Terelu Campos, después de que se contagiase en una cena.
Por esta razón, ella prefiere mantenerse más aislada y ahora más que nunca selecciona sus visitas y a las personas que está viendo para evitar riesgos. Por su parte ya tiene las dos dosis puestas de la vacuna y, aunque con la segunda lo pasó algo peor, tal como ha contado, ella no rebaja el resto de medidas de seguridad por si acaso.
El mundo de la Campos no puede ser como es sin la presencia de sus hijas. Para ellas, María Teresa ha tenido un mensaje que se ha hecho extensivo también para sus nietos, los pilares de su vida. De Terelu y Carmen, la matriarca no ha dudado en contar sus defectos y virtudes y la realidad que siente ahora de que "llega un momento en el que las hijas mandan a las madres", ha dicho en tono irónico. Sin embargo, eso no quita para que ella se sienta orgullosa de ellas y las vea ahora más que nunca felices en sus trabajos.
La otra cara de la moneda está en el recuerdo de Edmundo, el gran pesar que tiene todavía María Teresa Campos. "Yo hubiera puesto la mano en el fuego porque esta persona nunca haría lo que ha hecho. He llorado mucho, pero ya no lloro", ha dicho la periodista que, pese a esa decepción no renuncia al amor. De hecho, si hace balance se considera afortunada en este aspecto y por eso no cierra la puerta a lo que le depare el destino.