El fallecimiento de Álex Lequio a los 27 años a causa del cáncer ha sido un duro varapalo para la familia, que permanece más unida que nunca en esta etapa de duelo. María Palacios, mujer de Alessandro Lequio, ha roto su silencio en las que han sido sus primeras palabras tras la pérdida del hijo de su marido y ha agradecido las infinitas muestras de cariño en un vídeo publicado por Europa Press.
La familia Obregón-Lequio siempre ha demostrado una actitud ejemplar. Desde el primer minuto, María Palacios ha mantenido una conexión especial con Ana Obregón. Sin embargo, este complicado revés los ha unido más fuerte que nunca.
Esta última semana se ha convertido en costumbre ver a la estilista, acompañada del colaborador de ‘El programa de Ana Rosa’, acudiendo al domicilio de la actriz para hacerle compañía y atravesar juntos este duro trance.
Desde que se conociera la triste noticia, la mujer de Lequio siempre había permanecido en un segundo plano y siempre discreta…hasta ahora. Palacios ha querido agradecer a los medios de comunicación las constantes muestras de cariño. “Os agradezco el apoyo, de verdad”, ha respondido a las preguntas del reportero, que quería saber cómo se encontraba la familia. “Pero cualquier palabra se queda corta, así que prefiero no decir nada”, ha comentado la estilista con una sonrisa, atendiendo con educación a los medios de comunicación.
Esta última semana ha sido un no parar de conmemoraciones al inolvidable legado que nos ha dejado Álex, que se había convertido en un emblema de la lucha contra lo que él llamaba "un maldito resfriado". A través de las redes sociales hemos podido leer las desgarradoras despedidas de sus primas, pero también el que ha sido el último homenaje de su madre, Ana Obregón. La actriz reapareció en las redes sociales para honrar una vez más a su pequeño.
"Se apagó mi vida": estas fueron las primeras palabras de la presentadora tras conocerse el fallecimiento de Álex Lequio, el joven que con su sonrisa y sus ganas de vivir conquistó los corazones de un país que le vio crecer y que ahora llora su trágico fallecimiento.