Aunque el paso de las ediciones, la creación de nuevos programas y la proliferación de plataformas digitales han podido restar impacto a algunos formatos televisivos, la realidad es que los seguidores de ‘Gran Hermano’ más fieles y veteranos aún tienen presentes a muchos de los concursantes que participaron en las primeras temporadas del ‘reality’ que marcó un antes y un después en la historia de la pequeña pantalla.
Una de las finales que se convirtió en un auténtico acontecimiento social, reuniendo a miles y miles de telespectadores frente al televisor, fue la que encumbró a Javier García de Seárez, conocido como Javito, como flamante ganador del concurso en su tercera entrega. Y es que el de Laracha (A Coruña) no solo conquistó a sus compañeros de edición, sino también a toda una audiencia. Unos seguidores, sin embargo, que poco más volvieron a saber de él tras salir victorioso del programa de Telecinco.
En abril de 2002, la vida cambió para Javito, así como para el resto de elenco de concursantes, del que formaban parte Kiko Hernández, Patricia Ledesma, Raquel Morillas o Jacinto Garbayo. La nueva promoción del programa irrumpía por aquel entonces en la casa de Guadalix de la Sierra, donde Javito no tardó en ganarse el cariño de la audiencia y destacar entre sus compañeros.
Tras 101 días de convivencia, Kiko, Patricia y Javito consiguieron llegar hasta la final de la temporada, en la que Javito se proclamó ganador de los codiciados 126.000 euros. El carácter amigable del gallego, quien pasó buena parte del programa entre fogones cocinando para el resto de concursantes, sobre todo sus populares tortillas de patata, logró obtener el respaldo del 59,57 por ciento de los telespectadores.
Antes de dejar atrás el anonimato, en 1996, Javito se formó en una de sus grandes pasiones, la hostelería, en Santiago de Compostela. De hecho, la entrada en el concurso coincidió con la apertura de un nuevo local y el gallego, que aseguró haber ‘colapsado’ en declaraciones para una entrevista a 'La Voz de Galicia' en agosto de 2019, decidió vender finalmente su parte a su socio.
Sin embargo, lejos de desistir, el ganador de ‘GH 3’ probó suerte a lo grande en el mundo de la noche dos años después de abandonar la casa, cuando abrió el pub Tentación y la discoteca In & Out, ambos situados en el municipio coruñés de Carballo, y un tercer local en Pontesco, La Mina.
Pero, al igual que le ocurrió a muchos otros hosteleros, la crisis le golpeó con fuerza y se vio forzado a tener que vender los negocios, tal y como contó en 2014 en 'Sálvame', en los que invirtió buena parte del premio del ‘reality’ de Telecinco, además de incontables horas de trabajo.
A partir de ese momento, la carrera de Javito continúo muy ligada a la cocina y la restauración. Tanto es así que, actualmente, está apuntado a una bolsa de empleo de la Xunta de Galicia para realizar sustituciones y suplencias como cocinero en geriátricos, colegios y centros de día de su tierra. Además, ha continuado formándose en otros terrenos y cuenta con un Máster de Certificado de Aptitud Pedagógica, un título que le permite dar clases en institutos, tal y como publicaba 'El Español' a principios de este año.
El concurso abrió muchas puertas para el ganador de la tercera entrega del concurso, quien, sin embargo, decidió no seguir el camino de otros ‘grandes hermanos’, como el de su compañero Kiko Hernández. Y es que, desde un primer momento, Javito tuvo claro que su futuro no iba a estar ligado al mundo de la televisión. Además, vivir en una ciudad con más oportunidades laborales en la industria del entretenimiento como Madrid tampoco entraba en sus planes.
Por eso, desde entonces, las apariciones televisivas del gallego han sido escasas, muy escasas, al igual que su presencia en redes sociales, que es nula. No obstante, este alejamiento mediático no ha impedido que hayan trascendido detalles de su faceta más personal, como uno de los días más inolvidables de su vida. Y es que, en junio de 2013, el empresario y su pareja, María Esmorís, se dieron el ‘sí, quiero’ en el Pazo Bidueiro de Ordes.
Una emotiva e íntima ceremonia en la que sí estuvieron presentes algunos de los miembros de la familia del ‘reality’, como Orlando Breyner (‘GH 10’) o Pilarita Gómez y Saray Pereira, madre e hija procedentes de Ferrol que fueron las grandes protagonistas de la undécima edición de ‘GH’. Así, entre amigos y familiares, Javito y María ponían así el broche de oro a una larga historia de amor a la que continúan dando forma en el piso que se compraron en Laracha, alejados del ruido y del foco mediático.