Colegio sí o colegio no. El eterno debate que nos persigue en grupos de WhatsApp, tertulias –al aire libre y con mascarilla- con amigos y debates televisivos. Algunos papás sienten miedo de llevar a su hijo de nuevo a las aulas mientras otros han decidido dar una oportunidad a la estrategia de las diferentes comunidades autónomas con respecto al derecho a la educación de nuestros más pequeños. Uno de los que ha decidido llevar a su pequeña al cole ha sido Israel Pita, el gallego que concursó en la primera edición de ‘GH’ y que ha relatado como por equivocación se ha traído a otra niño a su casa pensando que era la suya.
Como lo oyen, o mejor dicho lo leen. Entre tomas de temperatura, prisas, mascarillas y distancia de seguridad, el joven, que se enamoró de Silvia en la primera edición del reality de convivencia y con la que tiene un hijo en común, fue a recoger a Mía. Él mismo lo ha contado en un post de su perfil de Instagram: “Pues nada. Que aquí voy. A recoger a Mía. De nuevo. Sí, sí. Del cole. Y es que me he traído una niña que no es. Veréis. Con las prisas. La cola. El gel hidroalcohólico. La temperatura. La distancia de seguridad. Y su puta madre. Eso es un lío”, ha empezado el texto que ha acompañado, ahora sí, con su hija –con la mascarilla- en el coche tras volver al colegio de nuevo.
Pero la historia la ha relatado desde el principio. Desde que Israel recogió a una de las compañeras de su hija y la llevó hasta su casa sin percatarse de que no era su hija. “Y meto a la niña en el coche. Más callada que en el funeral de un mudo. Raro. Yo mirando por el espejo retrovisor. La niña ni me mira. Una tumba. El caso es que la ropa no me sonaba. Pero yo tiré para casa. Aparco. Y Sandra en la cocina”, ha continuado explicando.
Llegado a este punto del relato, Pita ha confesado que ha sido su esposa y mamá de la pequeña la que se ha dado cuenta de lo que pasaba. “’Mía ve a darle un beso a mami’, le digo. Y me hace caso. Joder el primer día de cole y la niña como un guante. Entra en la cocina. Y oigo un grito de ultratumba. Una voz del más allá que me dice ‘¿quién es este niño?’. Es que ni una niña era. Soy la ostia. Pero claro. Es que Carlitos (así se llama la joya), tiene melenita. La mirada de Sandra inyectada en sangre. Y yo no sabía dónde meterme”, ha explicado el gallego, que gracias a su esposa se ha dado cuenta de su metedura de pata y de que la niña no era niña ni su hija. Era un compañero de su pequeña.
"Gorda, es que con la puta mascarilla todos son iguales". Y el WhatsApp del cole echando humo. Aquello parecía el móvil de Enrique Ponce cuando le hacen Bizum los amigos de la novia. Un circo”, ha explica el ex gran hermano y a la vez ha comentado todo lo que ha pasado posteriormente con la madre del otro niño y con su hija, en este caso la real. “La madre de Carlitos "se han llevado a mi hijo". Otra "¿Cómo? ¿Quién?". La madre "dice la profe que un señor moreno". ¿Señor?.Me sentó como una patada en ... y dice Sandra "lo tenemos nosotros. ¿Alguien tiene a Mía?". Allí se lió una que ni en la boda de Lolita. Pero todo arreglado. Ya. Al fin”, ha seguido explicando Israel.
Finalmente la historia, que Israel ha contado con mucho humor, ha tenido un final feliz y ha puesto de manifiesto que esto de la “nueva normalidad” puede estar plagado de anécdotas con los más pequeños de la casa. “Y ahora al sacarme la foto con la enana y viéndola mirar de reojo creo que he perdido su confianza para los restos. Si es que soy de traca”, ha finalizado el escrito de su publicación.