Gustavo González y María Lapiedra han podido celebrar, tal como tanto esperaban, la boda de sus sueños. Esta ha tenido lugar en Girona, en una ceremonia íntima a la que solo han acudido familiares y los amigos más cercanos para ver cómo la pareja se daba el "sí, quiero". Un día muy especial y que quedará en el recuerdo para ellos.
En un entorno idílico junto a un lago y todo planeado para que fuera al aire libre, el colaborador de 'Sálvame' ha podido cumplir con una promesa que le había hecho a María Lapiedra. Cuatro meses después de su ceremonia civil, la pareja ha podido protagonizar su propio cuento de hadas con una celebración muy romántica y con un telón de fondo natural que parecía el escenario de una película.
Sin necesidad de padrinos, los novios llegaban al altar muy emocionados con la banda sonora de 'Braveheart' y agarrados del brazo y en ese momento podíamos ver uno de los primeros grandes detalles: el vestido de novia de María Lapiedra. En palabra de honor, con una cola larguísima y peinada con una coleta baja, la novia deslumbraba en su día grande y presumía de su cita nupcial con el catalán.
Pendientes todavía de que pongan algo nuevo de su estado en las redes sociales, los pocos detalles que se han conocido han sido por parte de algunos de los invitados a la ceremonia. Kike Calleja, Jordi Martín, Nando Escribano o Sergi Ferre han sido los que se han adelantado e inmortalizado algunos instantes de la unión. Una celebración que ha girado en torno a una pasarela de madera con el lago como testigo y este selecto grupo de invitados.
Otra de las curiosidades del enlace que ha quedado plasmado en las redes ha sido que el propio Gustavo González ha hecho las veces de cortador de jamón para sus invitados en un momento más relajado ya después de la ceremonia de unión y que el ramo de flores que ha llevado María Lapiedra era de flores silvestres en donde tenía protagonismo el color rosa y anaranjado.
Para los novios ha sido muy importante cuidar de los detalles. Y, si querían no solo un cortador de jamón (y que inaugurase esta tarea el propio colaborador de 'Sálvame) también ha tenido una mesa dedicada a las ostras con dos personas a cargo para abrir a cuchillo este manjar con el que han deleitado a sus comensales.
Desde el photocall al aire libre, la decoración y los múltiples detalles que han tenido con los asistentes, Gustavo González y María Lapiedra han querido que todo fuera perfecto. Y lo han hecho escogiendo no solo un escenario de cuento, sino también utilizando la simbología en el mismo enlace.
Dado que el mismo día 7 para ellos es especial porque su primera boda por lo civil se celebró el pasado 7 de enero y en este mismo número cuatro meses después, la pareja ha querido cerrar por todo lo alto su historia de amor. Lejos de lo que se vivió en el Ayuntamiento de Sant Vicenç de Montalt en Barcelona, aquí los novios han podido derrochar de creatividad y de todo lo que siempre les ha ilusionado junto a los suyos.