El pasado domingo conocíamos la terrible noticia de que habían matado de una paliza a un chico de tan solo 24 años en A Coruña a las puertas de una discoteca. Su nombre era Samuel Luiz Muñiz, un auxiliar de enfermería que durante toda la pandemia había trabajado en una residencia de ancianos y para el que ahora su familia y amigos piden justicia. Las redes sociales se han volcado con lo ocurrido después de que una de las amigas del chico indicase de que se trataba de un asesinato por su orientación sexual y no han tardado en salir reacciones de lo ocurrido. Una de ellas, la de Fayna Bethencourt que ha escrito sincera lo que este hecho le ha producido.
Refugiándose una vez más en las palabras donde ella siempre encuentra cómo expresar lo que siente, la exconcursante de 'GH' ha querido manifestar su repulsa por lo ocurrido, además de ponerse en la piel de otros muchos chicos que viven con miedo de ser agredidos por su orientación sexual. Aunque la Delegación del Gobierno y la policía no han confirmado la motivación homófoba del caso, el entorno más cercano a la víctima sí que asegura de que se trata de un asesinato por la orientación sexual del joven y en las últimas horas, tanto Twitter como Instagram se han llenado de mensajes en apoyo a los amigos y familiares de Samuel.
Hasta a Fayna ha llegado una petición para difundir lo que le pasó a Samuel y una de las frases que le han dicho le ha tocado el alma y en base a ella ha escrito un texto muy emotivo: "Todos deberíamos tener el derecho de poder volver a casa sin que nos agredan". A partir de ahí, la exconcursante de 'GH' ha sentido la necesidad de "escupir palabras escritas" porque "le duele el alma" ante el triste suceso acontecido.
Si ya anteriormente, Fayna utilizó su muro de Instagram y la escritura para liberarse de su pasado más duro, ahora ha evocado cómo fueron, según su imaginación, los últimos momentos de este chico asesinado. "La chaqueta nueva que dejé sobre el respaldo de aquella silla en el salón", "el guiso de mi madre que no me acabaré nunca" o "mi gato esperando en el salón" son algunas de las muchas cosas que el joven Samuel ya no podrá volver a hacer y, que, desgraciadamente es una representación de lo que han sufrido otros jóvenes.
Del momento de la agresión también escribe la exconcursante de 'GH'. De manera metafórica dice "ese rayo que cae sobre mi cabeza y a través del dolor siento la caricia de mi madre" y de esos gritos tan brutales que a Fayna Bethencourt se le han clavado en el alma: "¡Calla, maricón!". Un insulto y una paliza por ser gay. "Me quieren destruir por haber suspirado mientras descubría a aquel actor en la oscuridad de esa sala de cine, siendo tan solo un chiquillo", escribe la exgranhermana.
Conmovida por las lágrimas de los amigos y sus gritos de justicia en las redes, la que fuera concursante de la segunda edición de 'Gran Hermano' se pone en el lugar de ellos, en el de esa madre que ya no volverá a ver su hijo y, por supuesto, en el de ese chico que no podrá volver a hacer las cosas más sencillas porque le han robado la vida. "Todos los besos que di se van conmigo. Todo el amor que sentí me acompaña. Yo tan solo quería volver a mi casa".
Tras haber vivido de cerca la violencia doméstica y renacer en una nueva etapa en la que Fayna se ha convertido en un testimonio vital y de mucho apoyo tanto para Rocío Carrasco como para otras mujeres, a la canaria le sobra empatía para entender el sufrimiento que la violencia ha provocado en esa familia. "No puedo dejar de pensar en sus padres", ha dicho tras el relato que ella ha construido sobre un chico que sale y que, desgraciadamente ya no volveré a su casa después de esa noche.