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Alejandra Prat, colaboradora de 'Vamos a ver', siempre ha estado ligada a la televisión, pues su padre y su hermano, Joaquín Prat, también son periodistas. La jinete siempre ha querido mantener alejada de los focos su vida privada, aunque a veces le ha sido imposible, como fue en el caso de su boda con el empresario Juan Manuel Alcaraz. La pareja se conoció en una cena con amigos en común y desde entonces se han vuelto inseparables. Él hincó rodilla y un año más tarde la pareja pasaba por el altar.
El lugar elegido por la hermana de Joaquín Prat para darse el 'sí, quiero' fue la Catedral de Palma de Mallorca, una ciudad con un significado muy especial para ella. De la mano de su hermano y ante la mirada de los 600 invitados Alejandra hizo una emotiva entrada, una imagen que jamás olvidará. Con un vestido de corte princesa de la marca Pronovias, con encaje, transparencias en la espalda y motivos azules, dio un paso más en su relación.
La jinete y su marido dieron un convite a sus invitados, repleto de detalles marinos. Mesas con mantelería blancos de lino, se adornaron con estrellas de mar, conchas y caracolas blancas y candelabros altos de plata. Un menú servido y el postre en tipo buffet hizo que los tiempos de la comida se acortaran apostando por el baile, donde no faltó la recena y hasta una ‘zona beauty´, donde los invitados podían cambiar de peinado y maquillaje.
La periodista Alejandra Prat tuvo muy claro desde el momento en el que vio el anillo de pedida en su capa de champán que quería casarse por la Iglesia y en Mallorca. "No se me ocurría un escenario mejor para casarme. Mallorca es el lugar donde he veraneado toda mi vida, las cenizas de mi padre, el legendario periodista y presentador de televisión Joaquín Prat, reposan allí y todos los recuerdos que tengo de la isla son maravillosos".
Así la jinete cumplió su sueño y el 22 de junio de 2007, de la mano de su hermano Joaquín Prat, entró en la Catedral de Palma de Mallorca, para darle el 'sí, quiero' a Juan Manuel Alcaraz, con quien hoy sigue casada, “nunca hubiera imaginado un camino por la vida mejor que el que vivimos juntos… no siempre son rosas, pero cada minuto de estos 16 años a tu lado ha sido el mejor de mi vida. Te quiero”, le felicitaba el año pasado por su aniversario en redes sociales.
La ceremonia religiosa, presidida por el sacerdote Jesús Haro, muy ligado a la familia de periodistas. "Los padrinos fueron mi hermano Joaquín y la madre de Juanma, Marisol. La llegada con mi hermano a la catedral dándome la mano mientras veía a Juanma esperándome en el altar fue un momento especial para mí. Nuestras miradas y la conexión en ese instante, no se me olvidarán nunca", aseguraba la novia en Vanitatis.
La periodista confió en Pronovias para vestirse "cada prueba de mi vestido de novia fue como de cuento de hadas, un proceso que viví con toda la emoción acompañada de mi madre y Manuel Mota, el modisto de la casa Pronovias, y su equipo, que fue quien se encargó del diseño", aseguraba la hermana de Joaquín Prat.
Alejandra lució un vestido de corte sirena bordado a mano con la espalda transparente, encajes y motivos azul agua marina, uno de los colores estrella del enlace. La verdadera estrella fue el largo y delicado velo que lució la novia. "Como toda novia, llevé algo nuevo, mi vestido, algo prestado, unos pendientes de diamantes y aguamarinas de mi madre, algo azul, un bordado de piedras bajo el pecho, y algo viejo, una liga antigua de mi abuela".
Un maquillaje muy natural, un recogido bajo algo despeinado, una sandalia blanca con poco tacón y un ramo de flores blancas y azules completaban el atuendo de la novia. Juanma vistió con un chaqué hecho a medida en la sastrería Santa Eulalia y chaleco azul claro.
Los novios celebraron un convite para sus invitados en Cap Rocat, una antigua fortaleza militar del siglo XIX, de una arquitectura única y situada sobre un acantilado, en Llucmajor. Por petición de los novios la decoración giraba en torno al mar, los tonos blancos y azules. "Al casarme cerca del mar, quise que esos fueran los colores protagonistas de nuestra boda. Además, nos encargamos de que hubiera detalles marinos por todas partes, en las mesas, en la decoración, en mi vestido...", apunta la novia.
Tras el coctel al aire libre, cenaron sentados y tomaron los postres a modo buffet, para poder empezar con el baile sin mucha dilación. "No queríamos que la cena se alargara demasiado tiempo y esa forma de conseguirlo, haciendo que los invitados se sirvieran las tartas y los dulces ellos mismos, nos encantó. Además, se puso otra mesa de tés y cafés de distintos sabores y, por supuesto, en la recena no faltaron las ensaimadas y la sobrasada mallorquina, que nos apasionan".
La pareja abría el baile con eligió una versión de 'I've got you under my skin', de Frank Sinatra, que grabó el periodista Joaquín Prat hace años. "Bailamos con su videoclip de fondo y escuchando su voz. Fue muy emocionante". La pareja ofreció a los invitados una 'zona beauty', donde los invitados se cambiaban el peinado, se maquillaban tantas veces como quisieran.
La fiesta amenizada por el grupo 'Siempre Así' y el DJ Juanma Ortega, de Los 40 Principales, duró hasta bien entrada la mañana. "Cuando acabó todo, a las nueve de la mañana, Juanma y yo quisimos volver al hotel con los invitados que quedaban y en bus para compartir juntos la emoción hasta el último momento antes de poner rumbo a nuestro viaje de novios.”