La sorprendente boda de Raquel Mosquera con Isi ha devuelto a la memoria colectiva su primer casamiento con Pedro Carrasco. Hace 28 años, en el verano de 1996, la célebre peluquera se daba el “sí, quiero” con el célebre ex boxeador y primer marido de Rocío Jurado. Culminaban así una historia de amor de más de tres años.
Pedro y Raquel se conocieron en 1993 a través de un grupo de amigos comunes: “Fuimos a la inauguración de la sala de fiestas de un amigo nuestro y allí nos conocimos, nos presentaron”, explicaron ambos en Telecinco hace la friolera de 25 años. Según aseguraron, lo suyo no fue amor a primera vista y no tuvieron el típico flechazo, sino que se fueron conociendo “poco a poco”. Su relación generó mucha sorpresa en su entorno debido a su diferencia de edad: 25 años, ella tenía 24 y él 49.
La pareja decidió unir sus caminos en matrimonio tres años después y su boda fue todo un acontecimiento en la prensa del corazón de la época. La boda tuvo lugar el 31 de agosto de 1996 en Alosno (Huelva), tierra natal del boxeador, que se volcó con el casamiento de su hijo más ilustre.
Raquel dio el “sí quiero” con un diseño nupcial en color marfil firmado por el modista gaditano Antonio Ardón. Fiel a su estilo barroco, Mosquera no escatimó en complementos para la ocasión: velo, ramo de flores blancas en cascada y detalles en pasamanería. Raquel también lució un peinado recogido que adornó con una diadema de oro, brillantes y perlas. El novio, por su parte, optó por el tradicional chaqué en tonos grises.
La hija de Pedro, Rocío Carrasco, fue la madrina del novio y el hermano de Raquel ejercieron de padrinos de la ceremonia religiosa en la que estuvieron invitados antiguos compañeros deportivos del campeón y los amigos de la peluquera. Rocío Jurado, que se encontraba de gira, no pudo acudir y tampoco lo hizo su segundo marido, José Ortega Cano.
Para el banquete se habilitó una inmensa carpa en el paseo central de Alosno. La cena consistió en un aperitivo de gambas y jamón, seguido por un marinado de lubina, rape, bonito y salmón, y una juliana de verduras. De segundo hubo cordero relleno de jamón y foie, acompañado de salsa de miel. Para terminar, tarta de moka, licor de melón, sorbete y el imprescindible brindis con champán.
La tarta nupcial de Pedro y Raquel homenajeaba la trayectoria profesional de los contrayentes: una parte tenía una con forma de ring, en honor del boxeador, y otra con los detalles de una peluquería, en referencia a la profesión de Raquel.
Raquel y Pedro vivieron muy enamorados y durante todo su matrimonio manifestaron su deseo de ser padres, algo que no llegó a producirse. Pedro Carrasco fallecía repentinamente el 27 de enero de 2001 de infarto de miocardio a los 57 años. Fue enterrado en el cementerio de Carabanchel y su mujer cayó entonces en una espiral de pena que se prolongó varios años. En noviembre de 2022, la peluquera lo recordaba muy emocionada en sus redes sociales.
Tras el fallecimiento de Carrasco, Raquel tendría dos relaciones importantes con las que también se casó: Tony Anikpe, padre de su hija Raquel y con el que se casó en 2005 y del que se separaría dos años después; y su recién estrenado marido, Isi, con el que suma varios hijos de relación y con el que tiene otro hijo.