Hace tiempo que no sabíamos de Virginia Llanos, una de las primeras estrellas de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’. La conocimos como pretendienta de Efrén Reyero pero luego se perpetuó en el famoso dating como gancho del programa, aunque tuvo algunos escarceos con otros habituales del espacio como Oliver. En su vida actual nos ha sorprendido pasando por el altar con su pareja, Juan. Ambos son padres de un niño de dos años llamado Marcos.
Virginia, de 40 años, le ha dado el ‘sí quiero’ a su marido en La Coruña, ciudad en la reside desde hace tiempo. Como tiene su Instagram privatizado, la noticia del feliz enlace ha llegado gracias a otro personaje del entorno viceverso: Vicente Herrero, también antiguo gancho del programa. En las fotografías que publicó vemos a la flamante novia vestida con un elegante y discreto vestido blanco y sujetando el ramo en las puertas del Ayuntamiento de la capital gallega. El atuendo y la ubicación hacen suponer que se ha tratado de un enlace civil.
La noticia de su enlace es doblemente alegre porque además de confirmar que siguen enamorados, evidencia que su marido evoluciona de las secuelas del infarto cerebral que padeció a finales de 2023. Además de su percance de salud, de Juan sabemos que ha trabajado en seguridad, que tiene 48 años y que además del pequeño Marcos tiene un hijo adolescente de una relación anterior llamado Álex. A pesar de que no ha trascendido, es muy posible que en el enlace estuviese también Raquel Abad, la mujer de Kike Calleja, ya que fue ella la que presentó a la pareja hace casi una década.
A pesar de que Virginia Llanos mantiene su Instagram privatizado, su perfil en la red profesional Linkedin nos chiva que la ex pretendienta trabaja de administrativa en una empresa de sistemas de higiene radicada en La Coruña. Previamente trabajó en un centro de belleza de la capital gallega.
Antes de saltar a la fama en ‘MyHyV’, la recién casada estudiaba Económicas y Periodismo en Madrid y trabajaba en una caja de ahorros. Virginia vio a Efrén en la tele buscando novia no dudó en presentarse al casting. Entonces su vida dio un giro de 180 grados y, aunque no fue la elegida, el tiempo demostró que sí fue la ganadora, ya que se perpetuó en el espacio como gancho.