Laura Matamoros y Antonio Revilla han estado disfrutando de unas románticas vacaciones sin niños en Esauira, Marruecos. La exconcursante de 'Supervivientes' y su nuevo novio se han estado hospedándose en una villa de lujo en la que dormir cuesta más de mil euros la noche en temporada alta.
Situada en un hotel de 5 estrellas, la pareja, cuya relación salía a la luz hace apenas unos días tras meses guardando silencio, ha disfrutado de una auténtica luna de miel en este resort marroquí, en el que ambos han dado rienda suelta a su amor y presumido ante el millón de seguidores de la influencer de la bonita etapa que están viviendo.
Aunque Laura y Antonio podrían haberse quedado en una modesta habitación a un precio muchísimo más económico, la pareja lo ha hecho en una de categoría superior; con vistas al mar y al campo de golf en el que estos días han publicado fotografías en sus redes practicando el deporte favorito de la influencer.
La hija de Kiko Matamoros y su nuevo novio han dormido en una villa de 133 metros cuadrados, insonorizada y con piscina climatizada privada. Con cocina, baño y dos habitaciones, se trata de una de las 'habitaciones' más completas del hotel Sofitel Essaouira Mogador Golf & Spa.
Con cocina, comedor con chimenea, terraza amueblada, baño independiente con bañera y ducha, una cama doble y otra de tamaño 'King Size', dispone de todas las comodidades para no salir del hotel si no se quiere.
Gracias a las redes sociales de la pareja hemos podido comprobar que no ha sido así, pues ambos han compartido imágenes paseando y recorriendo las calles de la antigua Mogador, ciudad portuaria y turística en la costa atlántica de Marruecos. Precisamente su villa recibe el antiguo nombre de la Essaouira.
Decorada de forma moderna, pero con ciertos toques de estilo árabe que recuerdan la historia del país norteafricano, la villa en la que Laura y Antonio Revilla han estado durmiendo estos días ha hecho que la pareja se sienta en el paraíso.
Desde la misma los enamorados han estado compartiendo contenido sin parar y dedicándose románticos mensajes. Tras su llegada a Madrid, han sido pillados por la prensa en el aeropuerto, muy felices y sonrientes después de unos mágicos días de desconexión en Marruecos.