Peculiares, excéntricos, únicos, así son Alaska y Mario Vaquerizo, los colaboradores de 'TardeAR', y como no podía ser otra manera su casa, bueno casas son una clara seña de identidad de la pareja. Alaska y Mario tienen dos pisos en el mismo edificio de la Gran Vía madrileña, ellos los llaman la casa Rosa y la casa Azul y cada una tiene su función.
La casa Rosa es la vivienda principal de la pareja, una casa que sigue la tendencia decorativa 'color block', basándose en que todo el rosa. Una decoración muy recargada donde priman los cuadros, estatuas, libros y figuritas de porcelana. Una casa familiar que utilizan como templo de su intimidad.
La casa azul ubicada en la cuarta planta del mismo edificio de la casa Rosa es el lugar perfecto para reunirse con amigos, y donde prima el color azul. Una casa que respira cultura y donde tienen un rincón dedicado especialmente a la gran Lola Flores. ¡Así son las dos casas de Alaska y Mario!
La Casa Rosa es la joya de la corono, un piso de 140 metros ubicado en el corazón de Madrid, pues se encuentra en la Plaza de La Luna muy cerca de la calla Gran Vía. Esta vivienda refleja a la perfección la personalidad de la pareja que ha puesto una decoración de lo más excéntrica y basada en la tendencia 'color block' apostando todo al rosa.
Este recargado apartamento es donde la pareja vive su día a día, donde tienen dormitorios, cocina, salón y donde pueden ser ellos mismos en la intimidad. La casa está llena de objetos personales de la pareja, de lo más extravagantes, en las paredes no cabe ni un cuadro más y destaca también la moqueta “animal print” con un estampado de leopardo.
La casa rosa está decorada hasta el más mínimo detalles, las estanterías están llevas de figuras de porcelana, platos decorativos, muñecos, estatuas… todo está medido al detalle. Destaca en el comedor el cuadro en forma de cruz que tienen encima de la mesa al igual que las sillas que son violetas y con motivos florales.
El dormitorio de la pareja no tiene parangón, el cabecero dorado está tapizado, en capitoné, y se rodea de cuadros pintados por su amigo Fabio McNamara de temática religiosa. Las mesillas isabelinas, en blanco, tienen lámparas de cristal.
Pero no acaba ahí la casa Alaska y Mario tienen un rincón santero con San Lázaro más que presente.
En el mismo edificio de la Plaza de la Luna, pero en la cuarta planta la pareja tiene la casa Azul, una vivienda dedicada al ocio con familiares y amigos. Al igual que la casa Rosa, la tendencia `color block´, es la predominante en esta ocasión decantándose por el azul como protagonista. Destaca en este piso también la decoración recargada, pues es el lugar donde exponen sus obras de arte e incluso tienen un espacio para sus ídolos.
Alaska y Mario son unos locos de la cultura, lo que plasmado también en la casa Azul por medio de libros, cuadros y esculturas. La vivienda tiene un gran salón donde reunirse con amigos y un gran comedor. La gran Lola Flores tiene su particular rinconcito en la casa, pues es una de los `ídolos´de la cantante y ha venido a bien hacerle su particular mausoleo. Paredes en amarillo, cortinas de topos, estatuillas, fotos y dibujos idolatran a la cantante.
No contentos con dos casas, la pareja tiene una tercera vivienda, un dúplex que han habutizado como la casa Verde, donde el verde es tendencia y que Mario utiliza a modo de despacho.