La poligrafista de Sálvame Deluxe, Conchita Pérez, es toda una estrella multimedia. Su participación estelar en la última campaña de una conocida tienda online china así lo evidencia. Pero, ¿cómo es la vida de la poligrafista y gran tesorera de la verdad fuera de la televisión? Gracias a sus redes sociales y a las pocas entrevistas que ha concedido podemos hacer una radiografía de su vida lejos de los platós de Telecinco.
Antes de poner los cables en pro de la verdad a famosos de todo tipo, esta aragonesa de 69 años de edad tuvo una vida profesional muy intensa. Maña hasta la médula, según sus propias palabras, lleva 15 años como reconocida poligrafista pero antes ejerció empleos tan diversos como directora de hotel y montó en Zaragoza una empresa petrolera. Actualmente combina sus apariciones en televisión con su gabinete privado, donde realiza sesiones privadas con su famosa máquina.
Muy religiosa y devota de la Virgen del Pilar, Conchita ha contado en más de una ocasión que ha sido una mujer de relaciones largas pero nunca ha querido pasar por el altar. "Yo no era para casar. He visto tantas cosas... Estoy muy bien así”, dice simpática esta “soltera por elección”. Tiene tres hermanos mayores y dice que se lleva muy bien con ellos, con sus cuñadas y por supuesto con sus sobrinos, que la adoran.
A pesar de que su cuenta de Instagram está dedicada en exclusiva a su actividad profesional, si cotilleamos las fotos de otras personas que la etiquetan podemos adivinar a qué dedica Conchita su tiempo libre. Amante de la cultura y la buena mesa, la poligrafista ha dejado su rastro digital en restaurantes como el Asador Biarritz de Jaca o presentaciones literarias.
Como cualquier ciudadana de a pie, Conchita ha tenido sus más y sus menos con la administración. En 2012 durante la única entrevista que concedió al Deluxe confesó que había perdido todos los puntos del carné pero que los pudo conseguir gracias a un curso. “Yo me fiaba de una empresa que me los controlaba y me dijeron de repente que los había perdido todos”, explicó entonces.
Mujer solidaria donde las haya, Conchita es una de las principales benefactoras de la La Hermandad del Refugio de Zaragoza y ha liderado el proyecto ‘Gota de Leche’, destinado a familias numerosas con ingresos insuficientes o nulos, madres solteras que viven con sus padres o por su cuenta, familias cuyos cónyuges están en situación de desempleo, hijos de matrimonios separados o con problemas de diversa índole e inmigrantes con escasos o nulos recursos.