Edurne está que no puede ni creérselo. La cantante, compositora y actriz ha presumido orgullosa del talento oculto de Yanay, su hija en común con David de Gea. A través de su perfil de Instagram, la jueza de 'Got Talent' ha compartido la primera gran hazaña de su primogénita, que parece haber heredado las grandes dotes artísticas de su madre.
Cuando se es madre, cada día es como una nueva aventura y sino, que se lo digan a Edurne. La también modelo y presentadora española está grabando en su retina todas y cada una de las primeras veces de su pequeña: desde sus primeras palabras, sus primeros pasos y ¡hasta sus primeros logros!
A los pocos días de cumplir su primer añito de vida, Yanay ha demostrado tener un talento innato que, todo apunta, ha debido heredar de sus padres. Y, en especial, de su madre, que se maneja con soltura en un sinfín de ramas artísticas. En el caso de Yanay, la pequeña parece tener dotes especiales para el dibujo. O eso es, al menos, lo que cree su madre.
La madrileña se ha quedado completamente obnubilada con la primera obra de arte de su niña, que ha plasmado en un folio toda su inspiración artística. En colores verde, azul oscuro y amarillo, Yanay ha enamorado a su mamá con su primer dibujo, que ya está enmarcado en un enorme marco de color negro con remates en dorado, que ya está colgado una de las paredes de su casa de Mánchester.
"Ahora me diréis que soy una exagerada y que es amor de madre, pero aquí está: enmarcadito el primer dibujo de Yanay. Me muero. Es el más bonito del mundo", ha señalado la jueza de 'Got Talent', que no ha podido evitar presumir ante sus seguidores de este hito que a ella le ha hecho tan feliz.
Aunque son solo unos cuantos rayajos enmarañados, para Edurne ha recibido este dibujo como un auténtico regalo de parte de su primogénita que, seguro, después de esta alegría le hará a su mamá un sinfín de diseños más.
Amor de madre o no, lo que está claro es que Edurne parece haber encontrado el talento oculto de su hija que, antes que por el canto o por el fútbol, parece inclinarse por el dibujo, para el que ya ha demostrado grandes dotes. Al menos, a ojos de Edurne, que ha escogido un rincón privilegiado de su casa para enmarcar la primera obra de Yanay.