Marina García pasa por quirófano para someterse a una cirugía estética y funcional. Después de mucho tiempo queriendo hacerlo, la exparticipante de 'La isla de las tentaciones' ha conseguido corregir a golpe de bisturí "una deformidad que tenía desde niña" que ha ido empeorando "de manera progresiva" y "cada vez más" conforme ha ido pasando el tiempo.
"Pasó de no notarse nada a cada año tenerlo peor y peor...", cuenta la de Mairena del Alcor, que tras operarse, se siente "feliz" de haber podido decir adiós por fin a su mayor complejo.
La novia de Jesús Sánchez lleva tiempo tratando de buscar la versión más natural de sí misma. Se ha retirado todo el ácido hialurónico que tenía en la cara y se ha quitado las prótesis mamarias que llevaba cuando se dio a conocer en televisión. Sin embargo, existía una parte de su cuerpo que "siempre" le ha "quitado el sueño".
Para conseguirlo, Marina ha tenido que someterse a "tres procesos duros" de los que ha ido hablando poco a poco a través de sus redes sociales. Su última intervención quirúrgica tuvo lugar el pasado mes de septiembre, cuando la influencer se operó el músculo del ojo y acabó con "la cara completamente deforme" debido a la inflamación.
"Estoy feliz, parece que ya he terminado un tratamiento quirúrgico de un problema que tengo desde niña. Algo que puede parecer una tontería, pero a mí siempre me ha quitado el sueño. Un tratamiento de tres procesos duros y para arreglar cosas mínimas, pero que los tres eran necesarios para conseguir un cambio", ha contado a través de sus redes, donde ha señalado la parte "del ojo y de la ceja" que "tenía descolgada".
La también exparticipante de 'La última tentación' podría haberse operado un solo ojo. Sin embargo, los expertos han determinado que lo mejor era realizar el procedimiento en ambos para evitar un cambio brusco y desigual en su mirada.
García, que ha viajado hasta Madrid junto a su novio para someterse a esta cirugía, explica que le han metido "cartílago debajo de los ojitos" y que "han tenido que "abrirme para elevar el músculo de una sola ceja".
Asimismo, Marina reconoce que los médicos le han inyectado un "producto" - que no ha especificado - y que también le han operado "los párpados inferiores".
La sevillana, de 25 años, ha querido dejar claro que no se ha realizado una blefaroplastia ni tampoco un levantamiento de cejas o foxy eye para rasgar su mirada, cirugías que la empresaria, propietaria de una clínica de medicina estética, ha calificado como "chorradas".
"Esto no se trata de foxy eyes ni de ninguna chorrada de esas", explica mientras aclara el motivo por el que ha decidido operarse. "Me han corregido una deformidad que tenía desde niña. No me han rasgado nada, primero porque a mis facciones no le sientan bien nada de eso".
Agradecida al cirujano que la ha operado, Marina ha relatado a sus seguidores su complicada experiencia buscando a uno que se animase a operarla. "He sido rechazada por tres oftalmólogos, de los mejores de España, porque ninguno era capaz de llegar a mi problema y tocarme", cuenta haciendo hincapié en el hecho de que ninguno de los cirujanos oftalmológicos que visitó se atrevió a realizarle esta intervención. "Hasta que llegué a él, le estaré eternamente agradecida", añade la influencer, que se encuentra ahora recuperándose de esta cirugía estética y funcional.