El secreto tras las cejas perfectas de Laura Matamoros: "El resultado es brutal"

  • Laura Matamoros recurre al 'natural blade' para mantener sus cejas perfectas

  • La ganadora de 'GH VIP' recurre a este tipo de micropigmentación desde hace tres años

Laura Matamoros presume desde hace años de unas cejas perfectas. La ganadora de ‘GH VIP’ ha conseguido encontrar la fórmula para no tener que preocuparse nunca por ellas. No recurre al maquillaje, ni tampoco a los famosos y ya convencionales microblading o nanoblading. Descubrimos su secreto.

Tras la mirada de la hija de Kiko Matamoros hay truco. La colaboradora de ‘Vamos a ver’ lleva años confiando en las manos de una eyebrow artist que ha conseguido el diseño perfecto para sus cejas.

Natural Blade es el nombre de la técnica manual que Laura se realiza desde hace tres años. Aunque el procedimiento es parecido, el Natural Blade difiere de otras conocidas técnicas de micropigmentación por el grosor de las cuchillas con las que se trabajan. Este tratamiento utiliza las más finas del mercado. Gracias a ello, se consigue un trazado pelo a pelo mucho más fino, definido y natural.

El microblading utiliza agujas de hasta 0,18 mm, mientras que el nanoblading se realiza con agujas de 0,15 mm. Natural Blade va un paso más allá con su cuchilla de 0,14 mm, lo que “nos permite alcanzar un nivel de precisión inigualable”.

A pesar de llevar tanto tiempo realizándoselo, Laura continúa “alucinadísima con el resultado”. Su estilista de cejas, Silvia González, explica en qué consiste este procedimiento.

“Lo que hacemos es, pelito a pelito, rellenar la ceja y remarcarla con un color natural. El color tiene que quedar igual que el pelo de la ceja, con el tiempo, lo único que pasa es que ese color de pelo se va atenuando, va bajando. Cada año lo que hacemos es dar un toquecito sobre esos pelos para recuperar el color perdido y seguir manteniéndolas supernaturales, con la forma que queremos tener”, asegura.

La experta defiende esta técnica frente a otras, pues dada la sutileza con la que se tatúan los pelitos, “en caso de que no se quiera seguir manteniendo”, o que se quiera cambiar el diseño y forma de la ceja, este tratamiento, “se borra” con el paso del tiempo. “A los tres años queda muy poquito”, afirma.