{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Noemí Salazar y Antón Suárez celebran el décimo aniversario de su ‘pedimiento’ y, para celebrarlo, ha querido abrir álbum inédito de aquel mágico día en el que el músico pidió la mano de su prometida. Muy cambiados, con menos kilos y menos años, la pareja posa sonriente en esta fotografía que los seguidores de ‘Los Gipsy Kings’ ven ahora por primera vez.
El matrimonio, que casi se olvida de tan especial fecha, ha aprovechado la ocasión para contar cómo fue aquel importante momento de sus vidas en el que formalizaron su relación ante el clan gitano de los Suárez y de los Salazar.
Anoche, cerca de la una de la madrugada, Antón y Noemí se dieron cuenta de que se habían olvidado de su aniversario de pedida. Un momento que, pese a su olvidadiza memoria, han recordado con una enorme alegría e ilusión.
“10 años de este momento. El momento del que jamás me arrepentiré en la vida. Hace 10 años viniste a pedir mi mano y desde entonces somos los más felices del mundo. Aunque ya ha pasado el día da igual. Feliz aniversario, cariño mío. Te amo con locura”, escribe la hija de Raquel Salazar junto a una fotografía de aquel día de 2013.
La vida ha cambiado mucho para ellos en estos 10 años. La fama llegó las vidas de Noemí y Antón gracias a ‘Los Gipsy Kings’; más tarde la reina del ‘brilli brilli’ participaría en la séptima edición de ‘GH VIP’. En lo que al terreno personal se refiere, la pareja puede presumir de haber formado una preciosa familia tras su boda. Hace ocho años fueron padres de Mimi; a principios de este año, el pequeño Antoñito llegó a sus vidas para completarla.
“Hace diez años vino este señor con toda su familia a casa de mi abuelito a pedirme la mano. Estaba muy nervioso”, cuenta la empresaria mientras recuerda la bonita historia de su ‘pedimiento’, tradición gitana en la que el novio pide a la familia de la novia su mano con el objetivo de casarse con ella y formar una familia.
“Qué lache. Decían, ¡que suba el niño! Y yo no quería subir”, cuenta el percusionista recordando la vergüenza que pasó.
“Desde ahí nada, hemos formado una familia muy bonita”, explica el Antón mientras hace un guiño a la gran “familia virtual” que les acompaña en redes cada día. “Hemos crecido mucho, en todos los aspectos”, añade su mujer, que no duda en bromear en este sentido con los kilos que han engordado en estos años: “¡A lo ancho también!”.