Patricia Steisy cumple uno de sus grandes sueños. La extronista de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ no ha tenido una vida fácil y, para ella, que ha crecido en el seno de una familia humilde y ha tenido que hacer frente a complicados momentos, poder vivir lo que está viviendo ahora la hace sentir como si fuera la protagonista de una gran producción cinematográfica.
La exconcursante de ‘Pesadilla en el paraíso’ ha deseado con fuerzas toda su vida poder vivir mil y una aventuras a bordo de un crucero. Un viaje con el que sus tíos y sus primos le hicieron soñar cuando era una niña y que, debido a la precaria e inestable economía y situación familiar, no pudo hacerlo nunca.
Ahora, Steisy es una mujer trabajadora e independiente que lucha por sus sueños hasta verlos cumplidos. El de viajar en un hotel flotante por el Mediterráneo lo está haciendo realidad junto a Pablo Pisa, su pareja.
“¡Era uno de mis deseos, estar aquí!”, cuenta la granadina a través de sus redes sociales mientras abre su corazón y se sincera sobre una parte de su vida dolorosa y complicada. “Cuando era pequeñita hubo un tiempo en que todos mis titos con mis primos hacían un crucero; algo barato, ya que se tiraban todo el año ahorrando para eso”, cuenta a modo introductorio.
“Cuando volvían y me contaban todo lo que habían vivido en el barco, yo prestaba atención y me lo imaginaba en mi cabeza como si viera una película, me daba una sensación como de envidia y alegría por ellos”, explica mientras regresa a su infancia y recuerda los grandes viajes y aventuras que vivían sus primos cuando ella era pequeña.
Unas vacaciones que en su casa jamás pudieron permitirse, pues su madre, su hermana y ella se encontraban “en esa época que ya todos conocéis” y en la que era “imposible hacer un viaje”. La situación financiera era tan grave, que el simple hecho de ir al pueblo de al lado para visitar a alguien no podía hacerse en autobús, pues no había dinero para pagar los billetes. “Nos íbamos andando”, reconoce recordando esta difícil etapa de su vida.
Steisy ha explicado que alguna vez invitaron a alguna de ellas a acompañarlos en el viaje, sin embargo, al tratarse de una situación injusta para las que se quedaban en casa, siempre declinaron la oferta “porque, ¿qué mano te cortas para que no te duela?”. “Pasaron los años y mi madre consiguió ahorrar y se llevó a mi hermana, yo no, porque aunque en ese momento podía pagarlo, la situación era aún complicada y en esas fechas en la noche se ganaba bastante y había que aprovechar porque a mí el cargo de conciencia no me dejaba decir que no a un trabajo”, comenta recordando su antigua profesión.
Desde entonces ha tenido “esa espinita clavada bien hondo, creo que en algún momento lo pagué con resentimiento de cara a la vida que me tocaba vivir”, comenta. “Hacer este viaje me ha desbloqueado algo, como un desahogo no sé bien explicarlo, pero como que los sueños o las cosas se cumplen”.
La andaluza se siente absolutamente pletórica de haber podido realizar este crucero. Un viaje y un sueño que cumple gracias a su propio esfuerzo: “Orgullosa de haberme traído a mí misma a esto que me merezco tanto. Me siento como si fuese dos personas, la niña de ayer y otra que me quiere que soy yo misma, que se cuida y se protege como una madre lo haría con sus hijos”.
Patricia Steisy ha querido compartir este pensamiento y sensación con sus seguidores, y no ha dudado en darse las gracias a sí misma por no haberse rendido nunca y por haberse podido “sacar de todo eso”. Su viaje y su experiencia en altamar le ha ayudado a reflexionar y a encontrarse consigo misma, con una mujer a la que “necesitaba hablar” y hacia la que se siente profundamente agradecida. “Gracias, Patri por mirar por ti como miras”, ha dicho aprovechando también la ocasión para presumir de su cuerpo; el cual ama tal cual es.