Verdeliss está de viaje solidario en Ghana. Allí, la que fuera concursante de 'Gran Hermano VIP' se ha reencontrado con Nlenye, la niña ghanesa que tiene apadrinada desde hace siete años. Un emotivo momento que la influencer y madre de ocho hijos ha compartido en su perfil oficial de Instagram.
La de Pamplona está exprimiendo al máximo su viaje al país de África, donde está aprendiendo de las costumbres de los ghaneses y de su tan sacrificada forma de salir adelante. Como una más de la zona, la también 'youtuber' está visitando las plantaciones de Karité y participando activamente en la elaboración de jabones a partir de estos árboles.
Un viaje del que está haciendo partícipes a sus seguidores de las redes sociales, donde está dando visibilidad a estas familias que viven en condiciones desfavorecidas, y que necesitan tanto de la ayuda económica que prestan organizaciones de ayuda humanitaria como World Vission - de la que la influencer es embajadora-.
Allí, en el país africano, Verdeliss ha vivido un momento mágico con el que llevaba soñando mucho tiempo. Después de muchos años, la que fuera concursante de 'Gran Hermano VIP' ha vivido un conmovedor reencuentro con Nlenye, su 'hija' ghanesa a la que apadrinó cuando tenía tan solo seis años.
Ahora, siete años después, es adolescente y " ya es toda una alegre joven". Como no podía ser de otra manera, la madre de ocho hijos ha documentado este instante tan especial en un precioso vídeo con el que ha mostrado a su comunidad lo mucho que ha crecido su niña apadrinada, que vive en una aldea a la que se ha desplazado para poder hacer realidad este encuentro.
"Estudia diseño de moda", ha explicado la influencer de Pamplona, que se siente muy orgullosa de su niña. Tras todos estos años manteniendo el contacto a través de correo, cartas y fotografías, Verdeliss y Nlenye se han fundido en un emocionante abrazo que ha despejado todos los nervios y las dudas previas. "Creo que casi no la voy a poder reconocer", comentaba nerviosa antes de reencontrarse con ella.
"Su familia (es huérfana de padre) nos recibió con los brazos abiertos y fue muy gracioso cuando el hermano pequeñín me reconoció por las fotos y se sentó en mis piernas", ha narrado la madre de Aimar, Irati, Laia, Julen, las mellizas Eider y Anne, Miren y la pequeña Deva, que también tiene apadrina a otra niña llamada Happy.
"Con Nlenye el lazo es todavía más fuerte y después de tanto tiempo se ha mantenido un vínculo precioso. Mis hijos y ella han ido creciendo a la par. Charlamos como si nos conociésemos de toda la vida", ha reflexionado Verdeliss, que a su llegada a la aldea, su niña ghanesa la esperaba con los brazos abiertos y un sinfín de regalos y obsequitos para ella y sus 'ocho hermanos', a los que también tiene un gran cariño.