Noemí Salazar actualiza el estado de salud y explica cómo está su hijo tras su último tratamiento

  • El hijo de Noemí Salazar sufría los temidos cólicos del lactante

  • La integrante de 'Los Gipsy Kings' ha estado llevando a Antoñito a un osteópata y fisioterapeuta para tratar este problema

Noemí Salazar explica cómo se encuentra su segundo hijo y actualiza su estado de salud. Antoñito sufrió los temidos cólicos del lactante, un problema que inquietaba mucho a la integrante de los ‘Gipsy Kings’, que decidió llevar a su hijo a un especialista para aprender a evitarlos. Gracias al método Rubio y a una serie de masajes, la vida en casa de la reina del brillo empezó a ser mucho más fácil.

Las cosas han cambiado mucho desde que la también exconcursante de ‘GH VIP’ diera a luz a su primogénita, quien el pasado mes de noviembre celebró por todo lo alto su octavo cumpleaños, el último siendo hija única. Biberones, chupetes, la forma de portear al recién nacido…. Prácticamente todo ha cambiado desde que naciera Mimi, su primera hija en común con Antón Suárez Salazar.

Y ella, como haría cualquier madre, trata de dar y actuar de la mejor manera posible con su hijo, siguiendo las recomendaciones que le ofrecen los especialistas y las necesidades que su propio hijo le reclama. No obstante, en el universo digital existe mucha diversidad de opinión y gente que cuestiona cualquier paso y acción que da, criticando su faceta como madre y su forma de criar a su hijo recién nacido.

Una realidad ante la que Noemí Salazar no ha podido evitar reaccionar a todas esas críticas a través del último capítulo de su canal de mtmad, ‘Brillando con luz propia’, donde más allá de su más que justificable defensa, ha aprovechado para enseñar a sus seguidores todos aquellos objetos, accesorios y complementos que está utilizando más en esta nueva maternidad.

Chupetes, tetinas anticólicos y ergonómicos, hamacas, un osito de peluche que detecta el llanto del bebé y pone música de ruido blanco para que se relaje… Noemí cuenta con la tecnología más puntera. Utensilios prácticos y funcionales en los que, como no podía ser de otro modo tratándose de quien se trata, ¡no falta el brilli-brilli!