Ana María Aldón ha pasado un trago muy duro en su nueva vida de separada. La exconcursante de 'Supervivientes' se ha mostrado de lo más vulnerable y no ha podido disimular las lágrimas al tener que dejar a su hijo en la casa de José Ortega Cano el día de su cumpleaños. Las imágenes las ha publicado la revista 'Diez Minutos' y en donde queda claro que cuando cree que nadie la ve se rompe al tener que pasar este duro trago.
Si la diseñadora es una mujer completamente renovada con los pasos que ha dado tras firmar el divorcio con el torero, no todo son nuevas ilusiones para ella. El hecho de estrenar casa sin Ortega Cano y de verse una mujer independiente le ha llenado de ánimo, pero en lo que respecta a tener que separarse de su hijo José María es para ella lo más difícil de haber empezado desde cero.
Como cualquier otra pareja que se separa, Ana María Aldón y Ortega Cano están organizándose para pasar tiempo por separado con el hijo que tienen en común. Esto ha propiciado que el día que el pequeño José María cumplía diez años, le tocase pasar tiempo al torero con él y ese momento de la despedida se le atragantara a la colaboradora televisiva, tal como se puede ver en las imágenes que ha publicado la revista 'Diez Minutos'.
La diseñadora se despidió de su retoño y nada más este entrar en la casa de su padre, Ana María Aldón rompía a llorar desconsolada. Muy afectada por tener que separarse de José María en un día especial para ellos, la exconcursante de 'Supervivientes' ha dejado ver el dolor que siente por un cambio al que le está costando acostumbrarse.
Ajeno al sufrimiento de su madre, al pequeño José María ha disfrutado de una gran fiesta en el día de su cumpleaños organizada por su padre. Un evento al que han acudido su hermana mayor, Gloria Camila, su tía Mari Carmen y Rosa Benito con Rosario Mohedano, tal como describe la revista, y en la que no ha estado presente su madre, aunque ella mantiene que tiene una relación cordial con el torero por el bien de su hijo.