Fueron pocas las horas de silencio de Carla Barber. La exparticipante de Supervivientes quien fue acusada de "racista" y "clasista" por agendar en su teléfono a la persona que cuidaba de su hijo Bastián como "Filipina Mayet", se ha vuelto a pronunciar sobre la polémica una vez más.
La especialista en medicina estética ha vuelto a hacer referencia "al drama de ricos" en el que se vio envuelta, a través de sus historias de Instagram y explicó las razones por las que no estuvo viendo el teléfono desde que se desató el caos entre los internautas: "Llevaba días sin leer nada, no he tenido prácticamente tiempo si siquiera de dormir", comenzó describiendo Carla y continuó: "Solo quiero decir que mejor no leer. Hay personas que están mentalmente enfermas" añadió con motivo de hablar de su salud mental y disculparse por su silencio: "Siento si no contesto vuestros mensajes o comentarios en fotos, directamente ya no los miro para poder mantener mi bienestar psicológico".
En este plano, Barber detalló que durante estos días muchas personas le "habían pasado contactos para conseguir ayuda en casa" y mostró a modo de respuesta que los nombres que le pasaron eran de la misma forma con la que ella había agendado a la cuidadora de su hijo: "Naysha Paraguaya, Astrid Colombia, Marianela Cuba Cuidadora, Neme filipino jardinero, Claudia profesora inf gallega".
La profesional con este mensaje hace referencia a sus declaraciones en los días anteriores en donde justificaba que el nombre con el que agendó a su cuidadora fue el que le pasaron 2 años atrás y "quedó así", demostrando que las personas que le enviaron los contactos también guardan de aquella manera las personas.
Tajante y firme, la canaria también ha querido dejar en claro que "jamás fue una persona que encasille a los demás por su nacionalidad o profesión", no obstante aclaró: "Pero mentiría si dijera que no lo hago en función de su calidad humana, su sinceridad y generosidad, su capacidad de esfuerzo y de trabajo, de su educación y respeto hacia los demás".
Todo comenzó cuando la cuidadora de Bastián desde hace dos años, avisó en menos de 24 horas de su vuelta de su país natal que no volvería y la noticia no sentó bien a la canaria. Fue allí cuando compartió capturas de pantalla de su conversación por Whatsapp para cuestionar el compromiso de la joven y fue en donde se vio que la tenía agendada como "Filipina Mayet".
Lejos de que las redes reaccionaran como ella lo esperaba, rápidamente comenzaron a tildarla de "racista" y "clasista" y la médica se defendió alegando que era la forma en la que le pasaron el contacto dos años atrás y así había quedado. "Estoy sinceramente hasta los huevos, hasta los mismísimos huevos de que haya gente capaz de criticarlo todo", estalló mientras que explicó: "El nombre fue el que me pasaron cuando me mandaron su teléfono hace ya dos años y así se quedó".
Lejos de quedarse de brazos cruzados, Carla se mostró muy enfadada por lo sucedido y especialmente con las personas que "la critican por todo lo que uno hace": "Compraros una vida ya de una vez y dejadnos a las personas buenas en paz", alegó tras explicar que el "Filipina" es un "nombre descriptivo" que le pone a todo.