Laura Escanes se enfrenta una realidad completamente nueva para ella. El fin de su matrimonio con Risto Mejide fue algo duro para ella, pero más lo ha sido tener que separarse de su hija Roma. La influencer es consciente que la niña debe pasar tiempo con su padre, sin embargo, acostumbrada a estar todos los días a su lado, compartir su custodia con su ex fue difícil al principio.
Algo que ella misma no ha dudado en reconocer a través de sus redes sociales, donde ha hablado abiertamente de cómo vive su separación de la pequeña, que ya tiene 3 añitos.
Laura y Risto viven y trabajan en Madrid. Su hija también está escolarizada en la capital y, aunque no ha querido entrar en detalles sobre el acuerdo al que han llegado sobre su custodia, la niña pasa semanas alternas con uno y otro progenitor desde que estos se separaran.
Algo que Laura no llevó muy bien en un primer momento pues, a pesar de ser consciente en todo momento de que su niña estaba en las mejores manos, separarse de ella fue todo un reto emocional. "El primer día lo llevé fatal, pero supongo que muchas madres y padres separados me entienden", comenta a través de su cuenta personal de Instagram tras ser preguntada por "esos días" que no está con Roma Mejide.
"Es una sensación agridulce, porque sé que ella está feliz igualmente", comenta mientras explica que "esas semanas" en las que no tiene a su hija a su cargo, aprovecha "para sacar tiempo para mí, hacer viajes de trabajo o de ocio" y, en definitiva, para realizar todas esas actividades que, "en otros momentos es complicado por agenda".
La autora de 'Piel de letra' ha explicado además cómo se encuentra a nivel emocional. Con Álvaro de Luna ya no se esconde y no duda en presumir abiertamente de su amor a través de sus redes sociales. Además, muy pronto recibirá las llaves de la nueva casa que se ha comprado y, a nivel profesional cuenta con varios proyectos.
Todo esto hace que la influencer se sienta profundamente feliz, aunque es consciente de que, como todo, en la vida, esto puede ser puntual. "Estoy feliz por tantas cosas nuevas (y buenas) que están pasando, pero a la vez me agobian un poco", reflexiona.
"Tengo agobio por el nuevo piso, sobre todo. Cuando hay cosas que no dependen de mí y que no puedo controlar, me agobio", asegura mientras reconoce que "a la vez" está "disfrutando del proceso de vivir estas cosas por primera vez".
"Profesionalmente creo que estoy en un super buen momento y tengo que saborearlos bien, porque luego pueden venir bajadas, evidentemente. No siempre se está arriba. Y personalmente, también feliz. Los cambios a veces cuestan, pero siempre hay luz", señala la joven mientras habla con sus seguidores una pequeña parte de la felicidad que siente en estos momentos.