La hija de Paz Padilla hace ya un par de años que abandonó el nido familiar para comenzar una etapa de independización. Pasar de vivir en un chalet grande con piscina a un piso que aún hay que decorar y sentirlo tu hogar, puede llegar a ser duro. Aun así, la influencer ha demostrado estar encantada con su piso y con cómo ha quedado tras meses de pequeños cambios. Por eso, Anna no duda en compartir con sus seguidores algunos de los rincones más bonitos, como el salón-comedor del que dispone.
Los cambios a veces pueden hacerse cuesta arriba pero, viendo el piso al que se ha ido a vivir Anna Ferrer Padilla a cualquiera le entran ganas de independizarse. Y es que la joven ha conseguido crear un auténtico hogar donde sentirse en paz, donde desconectar. La decoración, elegida por ella misma, sigue claramente el estilo de la influencer y ha buscado armonía ante todo.
El salón-comedor es un espacio ambientado en tonos beiges, blancos, negros, mostazas o grises. Es una habitación muy luminosa, con techos muy amplios que aportan mucha amplitud, al igual que los colores utilizados en la decoración. Nada despunta, todo combina perfectamente y sigue un mismo estilo y orden. En la parte del salón hay tres tipos de sofás, cada uno de una colección distinta pero que armonizan por la combinación de colores. Los muebles, como la mesa de centro o la cómoda donde se apoya la televisión, son simples, minimalistas y ordenados.
La zona de sofás y televisión comparte espacio con el comedor y un rincón de escritorio. El comedor es simple: una mesa de madera de esquinas redonda plegable y unas sillas tapizadas en los tonos cromáticos del salón. Además, debajo de la mesa y las sillas hay una alfombra con rayas azules y blancas.
A la derecha del comedor encontramos la mesa de escritorio. Una mesa blanca con huecos organizadores para tener todo ordenado y una estantería encima, sujetando dos fotografías y algún que otro objeto. La silla del escritorio es la misma que las de la mesa de comedor.
Anna Ferrer ha conseguido aprovechar el espacio de esta estancia de la mejor manera posible. La armonía y la paz que desprende la combinación de elementos invita al descanso y a la desconexión. Sin duda, la influencer está disfrutando de su etapa de independización, aunque, en muchas ocasiones por redes, la vemos visitando el antiguo chalet donde vivía.