Marta López comparte su dura realidad como madre separada y con tres hijos. La exconcursante de 'Supervivientes' necesita trabajar para poder mantener a sus vástagos y darles la vida que siempre soñó para ellos. Por este motivo, la conciliación resulta a veces una verdadera odisea para ella, que reconoce necesitar ayuda externa para poder llegar a todo.
La colaboradora cuenta con los servicios de una persona externa que hace su vida familiar sea más fácil. Una opción de la que se sirven muchas famosas y de la que, como en el caso de Marta, también tiran muchas madres separadas.
La tertuliana, que suele compartir a través de sus redes sociales buena parte de su vida cotidiana fuera de la televisión, ha querido dirigirse a sus seguidores para explicar el motivo por el que ha estado 'desaparecida' y ausente de las plataformas virtuales.
"No estoy perdida, estoy de madre", dice entre risas. "Tengo a la chica mala y estoy sola con los tres niños", añade.
Sin duda, unas polémicas y controvertidas declaraciones que podrían ser fácilmente malinterpretadas, ya que pueden llevar a pensar que no es Marta la que se ocupa de sus niños de manera habitual, sino su niñera.
La fuera concursante de la segunda edición de 'Gran Hermano' ha continuado explayándose y ha explicado las dificultades que ha encontrado al verse sola y sin ayuda con un adolescente de quince años, otro de trece y un niño de ocho.
Cada uno tiene horarios diferentes y asiste a "extraescolares" diferentes. Además, se encuentran inmersos en plena evaluación "con todos los exámenes finales" y hacerse cargo de todo ella sola es cuando menos complicado.
"No doy más de sí", dice agotada, aunque sin perder la sonrisa. "Estoy preparando la cena y estoy deseando que se callen ya y que se duerman", añade la televisiva, quien más tarde ha compartido un cómplice vídeo junto al menor de sus hijos, bromeando sobre lo mucho que consiente a Jorge, Hugo y Javier.
"Venga, duérmete ya, sinvergüenza", le dice de manera cariñosa mientras este se niega a meterse en la cama. En ese momento, Marta 'amenaza' al pequeño con llamar al Coco o al hombre del saco, figuras con las que antaño se trataba de atemorizar a los niños para que obedeciesen a sus progenitores.
Pero el niño no conoce a ninguno de los dos. "Ay… qué mal te tengo acostumbrado", bromea Marta López, mientras se deshace en cariñosos gestos con su pequeño.