La maternidad de Lucía Sánchez es un tema del que no pueden estar más pendientes sus seguidores desde hiciera pública la noticia de su sorprendente embarazo. A punto de cumplirse el primer mes desde que diera a luz a su primera hija, Mia, la exconcursante de 'La isla de las tentaciones' ha hablado de los kilos que ha perdido tras su parto.
En esta nueva etapa, la gaditana está contando todo aquello relativo al postparto: desde las noches en vela que vive hasta la preguntan que más le han hecho sus fans y que ahora ha querido revelar ampliamente en su canal de mtmad. La influencer que ha llegado a un acuerdo con Isaac Torres para ver a su hija en común, no ha tenido reparo en dar otros detalles muy personales.
Lucía Sánchez ha tenido una recuperación muy buena y ella misma decía apenas unos días que podía "volver a cerrarme los pantalones" que en la última etapa era totalmente imposible. En su figura apenas se intuye la maternidad y eso se refleja por el peso que ha perdido y que ahora ha dicho exactamente de cuánto es.
La exconcursante de 'La isla de las tentaciones' ha contado con detalle que durante su embarazo ganó 10 kilos y llegando al día de hoy ha perdido ya 8 de esos kilos. Lucía Sánchez se ha subido a la báscula y el peso en el que está en la actualidad es de 49 kilos y ha manifestado que "todo está volviendo a ser como era de manera natural". La gaditana no está haciendo dietas ni practicando deporte para perder antes el peso que ha ganado durante estos meses.
De hecho, el tema del peso no es lo que más le preocupa a Lucía Sánchez. La influencer ha revelado que no tiene "prisas" por verse completamente recuperada físicamente y pone como ejemplo "la piel de la barriga que no está tan firme", pero eso no es algo que ahora le agobie. La gaditana está midiendo bien los tiempos y tiene en mente otras cosas que sí le inquietan más.
Antes que la piel o los kilos, de lo que sí está más pendiente la exconcursante de 'La isla de las tentaciones' es de que le sigue "doliendo por ahí abajo", tal como ha contado ahora a sus seguidores, aunque no está para nada alarmada. Lucía Sánchez no tiene problema para hablar de sus kilos o de lo que está viviendo en esta nueva etapa.
La influencer ha mostrado cómo son sus nuevas rutinas de ahora y, entre paseos para calmar a Mía y las noches en vela, está pasando su tiempo en el que solo tiene ojos para su niña y lo mucho que le ha cambiado de golpe a la vida desde que esta ha llegado.
Por lo pronto, la gaditana está orgullosa de cómo está evolucionando y de cómo se ha adaptado a lo que exige su pequeña. Pese a que está muy cansada, Lucía Sánchez está muy feliz y cada vez que habla o mira a Mía se le dibuja una sonrisa en la cara.