Poco o nada tiene que ver la imagen de Rocío Flores de ahora con la primera de cuando aterrizó en un plató de televisión. A la hija de Rocío Carrasco y de Antonio David Flores le han pasado muchas cosas en su vida desde entonces. En cinco años ha sido concursante de 'Supervivientes', se ha convertido en colaboradora de 'El Programa de Ana Rosa', ha despegado su carrera como influencer y, sobre todo, ha experimentado un radical cambio físico.
Sin ocultar que este se debe a que ha pasado repetidas veces por el quirófano y, que todavía está acusando los problemas derivados de su lipoescultura, la colaboradora de Telecinco está feliz de haber confiado en determinados momentos en la cirugía para embellecer tanto su rostro como su cuerpo. En este último año, Rocío Flores ha dado dos pasos decisivos: someterse a una operación de aumento de pecho ha sido la primera y la segunda la remodelación de todo su cuerpo para eliminar cualquier gramo de grasa, su última intervención realizada.
Y, aunque la nieta de Rocío Jurado luce ahora completamente diferente el punto de inflexión que lo cambió todo fue su participación en 'Supervivientes'. En Honduras, Rocío Flores perdió más de 20 kilos y nunca ya los ha recuperado. Sus rutinas con el deporte y su dieta equilibrada han sido una parte fundamental en ese cambio y el resto lo ha enseñado ella misma a través de sus redes con naturalidad, a partir de distintos tratamientos estéticos y retoques. Analizamos este impresionante cambio:
Para presumir de tipazo ahora con looks atrevidos y siguiendo la última tendencia, Rocío Flores ha hecho distintas técnicas y tratamientos para tonificar su estado físico o marcar más los ángulos de su rostro. La influencer ha pasado de lo sencillo como cambiarse el color del pelo, las extensiones de pestañas, uñas de gel y el microblanding a hacerse intervenciones algo más complejas. El primer retoque más evidente de todos aquellos fue la bichectomía con la que la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores consiguió estilizar su rostro logrando el efecto del óvalo mucho más marcado.
La exconcursante de 'Supervivientes' también se ha puesto bótox y se ha hecho muy fan de tratamientos corporales con maderoterapia, que ayudan a reducir la grasa corporal y a minimizar la retención de líquidos o lo último en tecnologías, un tratamiento LPG para reducir, tonificar y moldear con el que se preparó antes de someterse a la lipoescultura.
A todo lo anterior mencionado y más antiguo en el tiempo están algunos de los primeros retoques con los que se atrevió la hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco. La joven ha presumido de nuevo rostro tras quitarse un bulto de la nariz y rellenar un poco los labios. El objetivo de la nieta de Rocío Jurado es verse bien y, ese propósito, lo está cumpliendo con creces.
Tal es su cambio físico al que hemos ido asistiendo a través de sus redes, que de la antigua imagen de Rocío Flores ya no queda prácticamente nada. La influencer luce una melena rubia y, al encontrarse más feliz con su nueva figura, ha adoptado un estilo más juvenil que en cada fotografía que publica resulta toda una revolución.