Sofía Suescun ha hecho saltar todas las alarmas tras compartir unas preocupantes imágenes desde el hospital en las que confiesa que ha tenido un mal día. En las stories subidas a redes sociales, la joven se muestra ojerosa, con aspecto de haber llorado mucho y muy triste. Pese a que la influencer ha intentado mostrarse fuerte en medio del conflicto familiar que ha protagonizado durante los últimos meses con su madre, Maite Galdeano, Suescun admite que tiene los sentimientos a flor de piel.
Pese a que actualmente Sofía atraviesa un gran momento profesional, habiendo estrenado recientemente un reluciente Porsche e incluso comprándose un nuevo un ático en Madrid, parece que tiene momentos en los que la situación la supera. Justo por eso, ha querido sincerarse con sus seguidores. "A veces siento la responsabilidad de mostraros solo las partes positivas de mi vida", se lamenta. "Porque odio dramatizar y crearos por aquí un clima de negatividad".
Sin embargo, esta vez ha sentido la necesidad de confesar que tiene "días y momentos de mierda; esta mañana ha sido uno de ellos", desvela en sus redes sociales. Lamentablemente, Sofía tampoco ha querido entrar en muchos detalles, ya que no quiere que "terceros" puedan aprovecharse "con el único propósito de hacer daño".
De ahí, que Sofía haya querido limitarse a dar pequeñas pinceladas respecto a su estado de salud, lo que le ha afectado incluso a los planes que tenía para pasar la tarde. Tanto es así, que finalmente optaba por quedarse en casa junto a su chico, Kiko Jiménez, quien nuevamente demuestra ser su máximo apoyo.
"Esta noche tenía un planazo de Halloween, pero ahora mismo solo me apetece quedarme en casa con los míos y pensar que mañana será otro día y saldrá el sol", concluye apenada Suescun. Y, a continuación, aportaba algún detalle más al respecto, dejando entrever que tiene la tensión bastante alta. "Esta tensión la he tenido durante un buen rato hasta que me ha bajado un poquito y me han dejado irme a casa", ha mostrado junto a una imagen en la que aparece tumbada en una camilla y con el tensiometro sujeto a su brazo. "En fin, no quería preocuparos esta mañana, pero ya estoy bien, así que ahora a descansar y recomponerme", añadía intentando calmar los ánimos.
Por otro lado, Kiko Jiménez no se ha despegado en ningún momento de su chica y la ha cuidado de la mejor manera, preparándole una comida muy sana. "Mi Kiko cuidándome como siempre", ha presumido muy orgullosa la influencer, declarándole "amor eterno".