Anabel Pantoja, al borde del llanto tras ser evacuada en grúa a pocos días de dar a luz: "Me he asustado"

Anabel Pantoja ha vivido un día que prefiere olvidar. Lo que tenía que haber sido un bonito recuerdo porque ella y su novio David iban a ver a su hija en una ecografía se ha tornado en una situación "surrealista", en la que la exconcursante de 'Supervivientes' ha terminado al borde de las lágrimas tras ser evacuada en grúa y verse tan vulnerable y "dependiente" a pocos días de dar a luz.

Ilusionada por esta cita con el ginecólogo en su semana 36 de embarazo, la sobrina de Isabel Pantoja ha visto como un cúmulo de hecho le ha terminado por minar su estado de ánimo. Así se ha desahogado con sus seguidores tras contarles lo que a ella y a su novio les ha pasado en la carretera y que ha terminado con ellos en una grúa de camino a un taller.

"Todo tiene que pasar hoy", ha comenzado diciendo Anabel Pantoja para mostrar lo que les ha pasado a la salida del médico. "Iba todo demasiado bonito", ha asegurado para mostrar cómo una grúa se llevaba su coche y se alteraban todos los planes. Una situación que en su estado le ha pasado factura y que le ha hecho romperse al final del día.

La influencer y colaboradora televisiva ha agradecido los mensajes de preocupación que ha recibido tras mostrar las imágenes. En sus stories de Instagram ha relatado que lo que les ha pasado no ha sido grave, pero sí que se han preocupado porque les ha pasado en plena autopista. "Se ha caído una parte de debajo del coche. Me he asustado. El ruido. No nos han atendido en tres talleres. Ha sido todo un caos", ha sido parte de su relato.

Al llegar a su casa y pasados los nervios de toda esta situación que han vivido, Anabel Pantoja se ha derrumbado. La influencer ha visto a su niña y ha conocido más detalles de cómo se encuentra en la semana 36 de embarazo.

Anabel Pantoja se ha roto al verse vulnerable y dependiente

El ver que cada vez es más inminente el momento de su llegada, su revolución de hormonas y el verse vulnerable ante lo que había pasado le ha hecho romperse y sincerarse al borde del llanto.

"Estoy en la recta final y lo que me frustra un poco es que estoy muy torpe. No estoy tan ágil como hace un mes. Me cuesta mucho conducir, se me hinchan los pies. Me siento dependiente y no me gusta estar sola. Estoy todo el día pidiendo favores a David, favores a mis amigos y eso me hace sentirme mal", ha confesado Anabel de cómo se está sintiendo.

Aunque también ha tenido un gran motivo para estar feliz y así se lo ha hecho saber a sus seguidores: su pequeña pesa ya tres kilos y pico y mide 50 centímetros. La influencer está ya en la recta final y por eso tiene cada vez más los nervios a flor de piel.