Un Ferrari rojo, rosas frescas, música en directo, un salón de celebraciones reservado, a lo que hay que sumarle que el novio llevaba un Rolex y la novia se cambió hasta en dos ocasiones y sus trajes estaban llenos de piedras brillantes. Esas son algunas de las características del 'pedido' de Carlitos Salazar y Coral G. Carbonell que han hecho pensar a algunos fans de 'Los Gipsy Kings' que, en realidad, se estaba celebrando una boda por los lujos presentes en la celebración.
Aunque la familia Salazar cerró muchas colaboraciones con distintas empresas para este día tan especial para Carlitos, sus seguidores creen que el 'pedido' ha tenido que ser muy caro por los lujos presentes en el mismo, por los trajes que lucieron Raquel y Noemí Salazar y por la cantidad de invitados. Ninguno de los familiares ha revelado el dinero que ha costado celebrar este ritual que marca el inicio de un noviazgo en la cultura gitana.
Pero tan solo unos días de que se celebrase, Noemí Salazar explicó en un directo en qué consistía esta celebración de la que ella fue protagonista muchos años atrás, cuando inició su romance con su ahora marido Antón Suárez. Y, de paso, solventó la duda que le plantearon sus fans y reveló quién se encargaba de pagar el de su hermano y su ya cuñada.
"Todo esto lo pagan los padres de los novios, mi padre y su consuegro", contestaba Noemí, que justificaba que el 'pedido' de su hermano fuera tan ostentoso diciendo que era "como una boda, pero sin la prueba del pañuelo"; aunque unos minutos más tarde, ante las preguntas de sus seguidores sobre el dinero, reconocía que los 'pedidos' no son siempre tan fastuosos.
"Hay 'pedidos' que no se celebran, que solo van a pedir la mano y se toman un café y ya está", terminó admitiendo en su directo la que un día fue amiga íntima de La Rebe, que confía en que el noviazgo de su hermano pequeño con Coral llegue a buen puerto y decidan casarse, prueba del pañuelo mediante para que el matrimonio sea válido a ojos de la comunidad gitana.