Carla Barber se reencuentra con Togo, el perro al que abandonó tras el nacimiento de su primer hijo. Para Carla, este ejemplar de Akita Americano era como un miembro más de la familia. Su decisión de darlo en adopción alegando que "no podía cuidarlo" ha sido junto a la de 'Filipina Mayet', una de las mayores polémicas a las que ha tenido nunca que enfrentarse. Dos años después de deshacerse de aquel al que decía querer como a un hijo, la exconcursante de 'Supervivientes' va a visitarlo junto a Bastian y Bosco.
La doctora, especializada en medicina estética, no dejó (afortunadamente) a su mascota a su suerte. Encontró a una buena familia para él que ha estado cuidándolo desde entonces. Carla, que asegura no haberse dejado de interesar por Togo en este tiempo, ha querido ahora visitarle.
La reacción del animal al ver a Carla es cuando menos descorazonadora. La fidelidad del can continúa intacta, así como su memoria.
"Hoy ha sido un día precioso", explica Miss España 2015 mientras relata lo mucho que ha disfrutado viendo "a los niños con Togo". Para ella, haber podido "disfrutar de su compañía", que le haya reconocido y "que salte y me coma besos al verme" ha sido algo "increíble" que jamás olvidará.
"Cómo se acuerda de todo y de todos", dice asegurando que, a pesar de haber tomado la decisión de dejarlo con otra familia, "pase el tiempo que pase, será siempre mi perro".
La influencer no ha dudado en recordar este capítulo de su vida, por el que recibió una infinidad de críticas y fue acusada de abandono animal. Un episodio que cataloga y recuerda como algo "horrible".
"Dejarlo fue para mí horrible y me rompió el corazón. Nadie sabe los motivos por los que tuve que hacerlo y lo mal que lo pasé. A eso sumemos el hate horrible que me cayó en las redes cuando lo hice", recuerda.
En aquel momento, Carla Barber explicó que cuando su primogénito nació necesitó ser ingresado en la UCI neonatal por "un problema respiratorio". Tras recibir el alta, los médicos le recomendaron "no sacarle a la calle en un mes". Mientras tanto, su perro se quedó al cuidado de unos amigos. Aunque su intención en un primer momento era la de recoger a Togo cuando pasase este tiempo, nunca lo hizo. Viendo cómo esta familia trataba a su perro y siendo consciente de que por su ritmo de vida no iba a poder atenderlo como debería, tomó la drástica decisión de darlo en adopción de manera definitiva.