Mario González, junto a Claudia Martínez, celebra el cumpleaños de su hijo Hugo en París: "Se hace muy mayor"

Aunque su relación ha pasado por algunos altibajos, Claudia Martínez y Mario González ponían fin a sus respectivas historias de amor con Javi Redondo y Laura Casabela en 'La isla de las tentaciones' y decidían apostar por su romance. Desde entonces ya ha pasado más de un año y medio y se han consolidado como una de las parejas televisivas más estables tal y como ellos mismos demuestran día a día a través de sus redes sociales. Es en este mismo lugar donde ahora han querido hacer partícipes a sus miles de seguidores de la celebración uno de los momentos más especiales para ambos y que está directamente relacionado con el hijo del influencer, con quien su pareja mantiene un estrecho vínculo.

Mario González celebra el sexto cumpleaños de su hijo

Hace unos días, Claudia y Mario, junto al primogénito de este, viajaban hasta la capital francesa, donde optaron por alojarse en un hotel céntrico y cercano a la Torre Eiffel. Ahora, sin embargo, los tres han puesto rumbo a Disneyland París para festejar el cumpleaños del pequeño Hugo.

“Hoy cumple años esta persona tan bonita! 6 años, se hace muy mayor y no quiero. Muchas felicidades mi vida! Te amo”, ha escrito González en su cuenta de Instagram, donde ha añadido las imágenes con las que ha mostrado el plan escogido para el día especial en el que han disfrutado de las diferentes actividades que el famoso parque temático ofrece.

Por su parte, Claudia también ha compartido en su perfil otras instantáneas con las que ha enseñado el lugar al que se desplazaron para la cena: el restaurante ‘Capitan Jack’s’, inspirado en la saga de ‘Piratas del Caribe’ y en el que pudieron degustar exóticos mariscos y comida criolla a orillas de una laguna espectacular iluminada por antorchas. Allí, el menor puso el broche de oro a veinticuatro horas mágicas soplando las velas en una tarta de Mickey Mouse. “Feliz cumpleaños, Mini Mario”, ha añadido después de señalar la “ilusión” por haber podido asistir a la taberna, la cual siempre que había viajado hasta allí “estaba completa” y se quedaba “con las ganas”.

Para finalizar, aunque estaban “cansadísimos y muertos de frío” según han explicado, no pudieron desaprovechar la oportunidad de ver el espectáculo de luces y fuegos artificiales en el castillo de la Bella y la Bestia, el cual les dejó con “la piel de gallina y alguna lagrimilla”.