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El pasado jueves, Violeta Mangriñán y Fabio Colloricchio se convirtieron en padres de su segunda hija. Gia llegó al mundo el 1 de febrero a las 17:52 de la tarde y pesó 3,380 kilogramos, tal y como ha confirmado ahora la influencer que, a través de sus redes sociales, ha dado más detalles de cómo fue el parto.
Tras sus primeras horas en casa después de dar a luz, Violeta se ha sincerado con sus más de dos millones de seguidores en Instagram. Es ahí donde ella misma compartió las primeras imágenes de su hija, Gia, en sus primeros minutos de vida. Y es que la influencer ha confirmado que, del mismo modo que hace con Gala, mostrará a su segunda hija en las redes sociales.
Lo ha hecho a través de un ‘preguntas y respuestas’ con el que ha dejado que los que le siguen en las redes sociales le pregunten más detalles sobre el nacimiento de su segunda hija, un momento muy especial para ella en el que además le sacó con sus propias manos, de lo que ha afirmado que es “lo más increíble” que ha hecho en su vida. De hecho, su madre inmortalizó el momento aunque ella solo ha podido ver una foto ya que “es muy aprensiva”.
También ha querido contar cómo fueron las horas previas a que Gia llegase al mundo: “Empecé con contracciones a las 6:30 horas, a las 7:30 me fui al hospital, aguanté con contracciones hasta las 15 horas, me pusieron la epidural, me rompieron la bolsa y un poco antes de las 18 horas Gia ya estaba en mis brazos”.
En cuanto al comportamiento de la recién nacida, ha explicado tras estos primeros días juntas que “tiene un par de horas malas por la noche, por lo demás, un ángel. No te enteras de que está, es súper buena (por el momento)”, ha matizado Violeta. Aunque cree que es “atrevido sacarle parecidos a un bebé con tres días de vida”, sí que ha confirmado que Gio “es una morenaza súper peludita, en eso se parece a mí. Las dos somos unas bolitas de pelo”.
Violeta también ha confesado que Gala, cuando conoció a su hermana pequeña en el hospital y ahora en su domicilio, “se quedó en shock, después la acariciaba, le daba besitos, al rato le empujaba, hubo de todo. En casa igual, se la pusimos en brazos y casi la tira, cuando la escucha llorar llora ella, a ratos pide cogerla…”.
Es por ello que la mujer de Fabio ha expresado que tiene “sobredosis de emociones” y que se siente culpable por no poder dedicarle ahora todo su tiempo a su otra hija, como ambas han estado acostumbradas durante los dos años de vida de Gala. Un proceso normal al que todos tendrán que adaptarse tras el nacimiento de Gia.