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Corría el año 2002 cuando Rafa López salía del convento donde vivía para adentrarse en la aventura de su vida. El cura de profesión entraba en la casa de `GH´ y salió de ella renovado y como tercer finalista, aunque su idea era seguir con su vida sacerdotal a la salida del concurso, lo cierto es que sus más de 100 días en la casa le hicieron cambiar de opinión.
Al salir de la casa colgó los hábitos y decidió vivir su sexualidad libremente. Rafa está casado con Ramón con quien disfruta al máximo de una vida laica, alejados de toda polémica televisiva y acompañados de sus perros.
Estudio un Máster en Marketing Digital en Roma, donde trabajó en Radio Vaticano, no obstante, se decantó por el marketing en lugar del periodismo, profesión que ejerce en una consultoría, en una agencia de comunicación y como `digital mánager´ para un coach. Además, durante varios años ha regentado uno de los bares más míticos del barrio madrileño de Malasaña, el `Café Farmacia´, el cual no exento de polémica está cerrado.
Su salida de la casa supuso para Rafa López y cambio total de su vida como la conocía hasta el momento. Los más de 100 días que pasó en la casa fueron tiempo más que suficiente para darse cuenta de que tenía que colgar los hábitos. "Mi idea era salir de GH y volver a entrar en el convento. Fíjate qué ingenuo era… Pensaba que iba a ser así. Creo que mi paso por el programa podría haber sido positivo porque la Iglesia tiene que cambiar en muchos, muchísimos aspectos. Y en el tema de la homosexualidad, ni te cuento. Lo que se vive allí dentro es la leche", aseguraba en 2018 en una entrevista concedida en Outdoor.
Desde entonces Rafa ha vivido una vida laica y se ha casado con Ramón, el hombre de su vida con el que vive alejado de los focos y acompañado de sus perros, hasta el momento entre sus planos no está ampliar la familia.
En 2011 se marchó a Italia, a Roma concretamente, con una beca Erasmus, donde trabajo en Radio Vaticano. A la vuelta decidió formarse en la que hoy es su profesión. Rafa hizo un Máster en Marketing Digital, pues considera que es nueva forma de hacer publicidad sin que parezca publicidad, generar contenido para una publicación con link a una compra, una promoción o un viaje. Hoy en día trabaja en una consultoría, en una agencia de comunicación y como `digital mánager´ para un coach.
En 2017 de embarcó en una de las aventuras de su vida, pues abría las puertas de `Café Farmacia´, una cafetería ubicada en uno de los míticos locales del barrio madrileño de Malasaña.
De puertas para dentro, Rafa ha trabajado como camarero, pastelero, limpiando… aunque el resultado no ha sido el esperado pues al poco tiempo de abrir empezó una batalla legal por ver quien tiene el derecho a explotar el café, denuncias cruzadas por presuntas estafas, falsedad en documento oficial, 'okupación' del local, coacciones, amenazas... son todo un quebradero de cabeza para el